MADRID 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) ha insistido en la importancia de llevar a los niños prematuros a revisiones neuropediátricas, y seguir haciéndolo hasta que cumpla seis u ocho años, debido al riesgo que presentan de desarrollar posibles secuelas o complicaciones neurológicas al haber nacido antes de completar la maduración que se espera del sistema nervioso central a las 40 semanas de gestación.
El cerebro de los niños nacidos antes de las 37 semanas, "se va a desarrollar en un ambiente muy distinto al útero materno, lo que puede suponer cambios en la maduración y en la estructura cerebral, y a su vez traducirse en alteraciones neuroconductuales", ha advertido la portavoz de la SENEP, Erika Jiménez, con motivo del Día Mundial de la Prematuridad, que se conmemora este domingo, 17 de noviembre.
La médico especialista con formación en Neuropediatría y Neonatología ha señalado que estos niños pueden presentar en las primeras semanas de vida hemorragias de matriz germinal, o infartos hemorrágicos. Más adelante, pueden desarrollar leucomalacia periventricular, que es un tipo de lesión cerebral por hipoxia que puede manifestarse como parálisis cerebral.
A largo plazo, Jiménez ha explicado que pueden presentar dificultades de aprendizaje, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), alteraciones de la conducta, trastorno del espectro autista (TEA), o déficit cognitivo. Además, estas complicaciones se verán exacerbadas cuanto menor haya sido el periodo de gestación o el peso del bebé al nacer.
A este respecto, ha apuntado que entre el cinco y el 15 por ciento de bebés con un peso inferior a los 1.500 gramos presentará parálisis cerebral, y entre un 25 y un 50 por ciento, otras alteraciones del neurodesarrollo.
"Aunque aparentemente desde que nacen el desarrollo sea el adecuado, en todos los menores de 32 semanas, o menores de 1.500 gramos, debería valorarse la función motora por un especialista en Neurología infantil, al menos dos veces en el primer año de vida, tal y como se indica en el protocolo de seguimiento del menor de 32 semanas y de un peso inferior a 1.500 gramos, de la Sociedad Española de Neonatología de 2017", ha afirmado esta experta.
Asimismo, ha explicado que cuando se valora el neurodesarrollo de los bebés prematuros se debe hacer en base a su edad corregida hasta los dos años de edad. Esto quiere decir que, por ejemplo, si un bebé nace a las 32 semanas de edad gestacional, cuando se le examine se deberán comparar sus hitos del desarrollo con los correspondientes a su edad menos esas ocho semanas.
A pesar de los riesgos, la doctora ha destacado que, en la actualidad, son "pocos" los niños prematuros que desarrollan secuelas neurológicas graves, gracias a los avances alcazados en Neonatología, entre los que se incluyen el uso de corticoides antenatales, el ajuste individualizado de oxígeno o la nutrición parenteral precoz y enteral con leche humana.