Foto: MUD
CARACAS, 13 May. (EUROPA PRESS) -
El secretario ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, ha anunciado este martes que la coalición opositora ha decidido suspender el diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro para poner fin a la crisis política, al considerar que hay una "represión injustificada".
"Se han suspendido las reuniones de los grupos de trabajo en rechazo a la decisión del Gobierno de continuar arremetiendo con represión injustificada contra manifestantes", ha dicho el jefe de la MUD en una rueda de prensa, de acuerdo con un comunicado.
Como ejemplo, ha aludido al violento desalojo que la Policía Nacional Bolivariana (PNB) llevó a cabo el pasado jueves de los cuatro campamentos de estudiantes instalados en el área metropolitana de Caracas, que se saldó con 243 detenidos.
También ha apuntado a la actuación de la PNB ayer, cuando impidió con gases lacrimógenos que los estudiantes marcharan hacia la Nunciatura Apostólica "para solicitar ayuda frente a las detenciones injustificadas".
La MUD también ha esgrimido como argumento "las declaraciones socarronas e insultantes del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que demuestran que el sector radical y militar del oficialismo que dirige está atentado contra la posibilidad de que el diálogo tenga éxito".
"Mas bien lo está dinamitando ante la impotencia y el silencio aprobatorio de Maduro", ha dicho, considerando que "esta actitud no contribuye a que se avance en hechos concretos para solucionar la grave crisis política, social y económica por la que atraviesa el país".
En la misma línea, ha indicado que Cabello "no puede ser el presidente de la Comisión de la Verdad", ya que debe investigarle, por lo que ha anunciado que no enviará representantes a este grupo de trabajo parlamentario hasta que haya un cambio en este sentido.
La MUD también ha criticado que, a pesar de que hace un mes que comenzó el diálogo, "el Gobierno todavía no ha fijado fecha para reunirse con el movimiento estudiantil, que tiene sus propios portavoces y sus propias exigencias" ni con los trabajadores.
Por último, ha indicado que, a pesar de que la coalición opositora presentó hace semanas sus propuestas sobre la pacificación nacional y sus críticas a la ley de ordenamiento del territorio, que considera inconstitucional, aún no ha recibido respuesta.
Con todo ello, ha subrayado que "si el diálogo fracasa, será responsabilidad del Gobierno". "Que nos sentemos nuevamente con el Gobierno, depende de sus demostraciones concretas, no promesas. El Gobierno debe definirse sobre si ve esto como una guerra y la quiere ganar o como la paz y quiere conseguirla", ha zanjado.
La MUD ha anunciado que esta semana se reunirá con los representantes de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y con el Nuncio Apostólico, Aldo Giordano, que ejercen de mediadores en el diálogo, "para explicarles esta situación".
Precisamente, ayer la ministra de Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, anunció que, junto a sus colegas de Ecuador y Brasil, Ricardo Patiño y Luiz Alberto Figueiredo, respectivamente, y Giordano, se reuniría el próximo jueves con Gobierno y MUD para una nueva sesión del diálogo.
DIÁLOGO POLÍTICO
El diálogo político arrancó el pasado 10 de abril en el Palacio de Miraflores --sede de la Presidencia venezolana-- gracias a la mediación del Vaticano y de los tres ministros de Exteriores de la organización regional.
Después de los numerosos llamamientos realizados por Maduro, finalmente el sector más moderado de la MUD, liderado por su secretario ejecutivo, Ramón Guillermo Aveledo y por su ex candidato presidencial, Henrique Capriles, decidió dialogar.
Para ello tuvo que renunciar al cumplimiento de una serie de requisitos previos por parte del Ejecutivo, lo cual ha creado una brecha en la coalición opositora, ya que otro sector se niega a sumarse a las conversaciones sin estas "condiciones elementales".
Los más radicales de la coalición opositora --entre ellos Leopoldo López y la ex diputada María Corina Machado-- exigen al Gobierno el fin de la represión de las protestas en su contra, la liberación de los detenidos en las mismas y el desarme de los grupos de civiles.
CRISIS VENEZOLANA
La crisis política en Venezuela estalló el pasado 12 de febrero, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados, que ya ha dejado 41 muertos, 813 heridos y cientos de detenidos.
Desde entonces, opositores y oficialistas han marchado a diario para repudiar las acciones del contrario y llamar a un diálogo que aún no se ha producido porque la oposición exige antes la liberación de los detenidos, el desarme de los grupos pro gubernamentales y el fin de la represión.
La inestabilidad de Venezuela ha llevado a sus vecinos regionales a reunirse para buscar una solución. La Organización de Estados Americanos (OEA) se ha limitado a hacer un llamamiento al diálogo, a pesar de que Panamá había solicitado medidas efectivas, lo que ha llevado a Venezuela a romper las relaciones bilaterales.
UNASUR fue un paso más allá y, aunque expresó su respaldo a Maduro, creó una comisión de ministros de Exteriores que consiguió sentar a la mesa de negociaciones a Gobierno y oposición.