CARACAS, 13 Sep. (Reuters/EP) -
Fuerzas de seguridad de Venezuela arrestaron a 64 personas durante nuevas manifestaciones contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro en la capital, Caracas, y en la ciudad de Barquisimeto, dijo el sábado un grupo de derechos humanos.
Las detenciones tuvieron lugar el viernes cuando los manifestantes, en su mayoría estudiantes, organizaron protestas para que coincidieran con los siete meses desde el 12 de febrero, cuando comenzó una gran ola de manifestaciones.
"Las protestas disminuyeron pero siguen esporádicamente. Evidentemente hemos visto que el descontento sigue", dijo a Reuters el jefe del grupo Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, quien agregó que 47 personas fueron arrestadas en Caracas y 17 en Barquisimeto.
El Gobierno venezolano no ha entregado cifras sobre los arrestos del viernes, pero Maduro ordenó a la policía y a tropas de la Guardia Nacional que no muestren tolerancia hacia los que causen problemas.
El sucesor del difunto líder Hugo Chávez afirma que las protestas son promovidas por políticos opositores y que son respaldadas por Estados Unidos para desestabilizar a su Gobierno socialista.
"No vamos a tener ni un mínimo de tolerancia con las guarimbas (...) No me va a temblar el pulso para llevar paz y justicia, que es lo que quiere el pueblo", declaró Maduro en un discurso el viernes por la noche, en referencia a las últimas muestras de descontento ciudadano.
Fotos publicadas en redes sociales mostraron a manifestantes enmascarados que enfrentaban a fuerzas de seguridad que lanzaban gases lacrimógenos.
Esa fue una imagen común entre febrero y mayo de este año, en enfrentamientos diarios y violentos que tuvieron lugar en el país sudamericano y miembro de la OPEP.
Desde entonces, ha habido sólo pequeñas protestas ocasionales y las esperanzas de los activistas contra Maduro de provocar una "Primavera Venezolana" se han disipado.
Los arrestos del viernes se suman a cerca de 68 personas que aún están tras las rejas de entre los más de 3.000 detenidos durante las marchas de febrero a mayo.
Las demandas de los manifestantes van desde la renuncia de Maduro a reparaciones de problemas económicos, que incluyen la inflación más alta de la región y la escasez de bienes de consumo básico, desde leche hasta piezas de automóviles.
Los manifestantes acusan al Gobierno de represión y brutalidad. Pero Maduro los acusa de violencia excesiva en las calles, de tener un plan clandestino para promover un golpe en su contra y de no aceptar su triunfo en las elecciones presidenciales del 2013.
Sin embargo, el Gobierno no parece correr un gran riesgo, dada su capacidad para contener rápidamente las protestas, así como también por la falta de apoyo popular para los manifestantes estudiantiles, el respaldo continuo de los militares a Maduro y divisiones dentro del movimiento opositor.