MADRID, 14 Oct. (TRENDSmérica) -
Hay gente a la que le encanta la moda y no se avergüenza de decirlo, mientras que hay a quienes les gusta pero creen que si lo muestran es señal de superficialidad. Lo que estos dos tipos de personas no saben es que un grupo de científicos de Taiwán, en colaboración con la Universidad de Rochester -Nueva York- han desarrollado un modelo matemático capaz de identificar si el look de una persona está influenciado por los desfiles de moda.
El sistema desarrollado por estos científicos detecta, a través de un sistema, cuales son las tendencias de moda de la calle. El ordenador analiza las formas de vestir y los detalles del cuerpo como brazos, piernas y el torso, por ejemplo, además de diferenciar las características de la ropa como el color, la textura del tejido o el tipo de prenda: pantalón, falda o vestido.
Lo curioso es que siguiendo estos parámetros y utilizando este escáner de la moda los investigadores descubrieron que usamos ropa que salió directamente de la semana de la moda de Nueva York.
El estudio titulado 'Who are the Devils Wearing Prada in New York City?' (traducido al castellano como '¿Quiénes son los demonios que visten de Prada en Nueva York?'), compara los looks de pasarela con los de calle partiendo de las Fashion Week de Nueva York celebradas en 2014 y 2015, observando la forma de vestir en la siguiente temporada.
El científico Kuanting Chen y su grupo percibieron que las diferencias entre las pasarelas y la calle no eran muchas. Los modelos, aún que no fuesen los mismos, mantenían los colores, largos, tipo de manga y calzado. Sin embargo, estos investigadores también notaron que el clima podría influir, por ejemplo, en la pasarela de verano de 2014 no había cabida para los abrigos, pero este fue el verano más frío de la última década en la ciudad de la moda y las personas salían a la calle abrigadas.
Pero, ¿qué significa esto? En pocas palabras, este estudio demuestra que las tendencias de los desfiles crean las referencias de la ropa que será usada en la calle, aunque las condiciones sociales o climáticas puedan influir.
Además, este estudio puede proporcionar a la industria de la moda información para saber que prendas usan más las personas y así ayudar a los fabricantes y distribuidores a adaptar la oferta a la demanda.
La sabia con aires de bruja Miranda Priestly --personaje de Meryl Streep en 'El diablo viste de Prada'-- estaba en lo cierto cuando dijo que aquel que quiere eximirse de la moda utiliza piezas seleccionadas por un experto.
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