MADRID, 18 Nov. (Notimérica) -
¿Por qué es tan difícil perder peso? Gran parte de las personas que suelen pelearse con la balanza ya se han hecho esta pregunta al menos una vez en la vida. La respuesta no es simple ni igual para todos.
Son varios los factores que pueden influir en que no adelgaces, incluso problemas de salud, como alteraciones hormonales. Según la nutricionista del equipo EndoSlim, Renata Kutwak, muchas veces no adelgazar se debe a hábitos inadecuados, aquí te explicamos algunos.
1. NO PRACTICAS EJERCICIO REGULAR
No adelanta nada sólo hacer dietas, ya que la conquista del cuerpo ideal supone también ejercicio físico, por lo menos tres veces por semana, lo que además permite incrementar masa muscular y acelera el metabolismo, según ha publicado el diario brasileño 'Exame'.
2. ABUSAS DEL ALCOHOL Y REFRESCOS
El alcohol engorda más que algunos alimentos. Además, activa la segregación de la cortisona, que estimula el almacén de la grasa en el abdomen. En lo que se refiere a refrescos, tienen una alta concentración de azúcares simples. Cuando son 'light', no agregan ningún valor nutricional y suelen tener sodio y cafeína, que aumentan la presión arterial y la retención hídrica.
3. CAES EN TODAS LAS DIETAS DE MODA
Las dietas de moda te pueden ayudar a reducir el peso durante algún tiempo, pero el resultado difícilmente es permanente, por lo que no contribuyen a la pérdida de peso sostenible. Además, suelen imponen muchas restricciones, lo que dificulta el ser constante.
4. TRABAJAS DEMASIADO
El estrés o trabajar demasiado también dificultan adelgazar, ya que aumenta la liberación de cortisona, por lo que cuánto más estresados estamos, más se segrega cortisona y más se acumula grasa abdominal.
5. NO TE RESISTES AL DULCE
El postre puede ser tu enemigo, por ser habitualmente de azúcar. La razón por la que los dulces son tan perjudiciales es la misma que en el caso de los refrescos: Al ingerir azúcares simples, el páncreas libera insulina para normalizar la respuesta de glucosa en el organismo.
Cuando la insulina se produce en altas cantidades, se acumula más grasa abdominal, aumentando el riesgo de diabetes o de enfermedades cardiovasculares.
6. DUERMES POCO
Dormir mal una noche puede afectar al peso de las personas, además de alterar el cerebro, lo que aumenta el apetito de las personas. La privación del sueño aumenta la disposición para comer productos hipercalóricos y reduce la capacidad de resistir la tentación.
7. NO TIENES HORARIOS FIJOS PARA COMER
No respetar los horarios provoca un aumento del apetito durante el día. Además, alargar las horas entre las comidas puede reducir el metabolismo, ya que las calorías se acumulan, en lugar de quemarse. Por eso, lo ideal es realizar tres grandes comidas (desayuno, comida y cena) y dos pequeñas (aperitivo y merienda).
8. COMES CUANDO ESTÁS ANSIOSO O TRISTE
Asociar la comida a las emociones suele complicar la fuerza de voluntad. Quien llega con mucha hambre a la siguiente comida, no consigue ser selectivo y no hace las elecciones adecuadas. Además, una buena idea es consumir alimentos que favorezcan el buen humor, como vegetales, cereales integrales, pescados o huevos.
9. TIENES POCA AUTOESTIMA
La baja autoestima afecta a las relaciones interpersonales, pero también tiene relación con la alimentación, ya que las personas inseguras suelen tener malos hábitos alimenticios.
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