Actualizado 25/04/2018 08:48

El último vagón: la "cajita feliz" de los gays en Ciudad de México

Tren
Tren - PIXABAY

   CIUDAD DE MÉXICO, 24 Abr. (Notimérica) -

   El último vagón de las diferentes líneas del metro de Ciudad de México se ha convertido con el paso de los años en uno de los lugares más buscados por el colectivo gay para encontrar aventuras.

   Después de las 22.00 (hora local) todo está permitido. Y aunque también es abordado por algunas mujeres --tradicionalmente acosadas en este sistema de transporte-- desde el principio queda claro que los hombres lo único que buscan son hombres.

   Al llegar esta hora, se puede apreciar como en la estaciones del metro de Ciudad de México se producen largas colas de pasajeros hombres que esperan para subir al último vagón del tren o más bien conocida como la "cajita feliz". Los demás van vacíos, todos saben que la espera y los empujones tienen su recompensa. Como dijo uno de los pasajeros: "Entre más apretados, mejor", según informó el portal 'Infobae'.

   "En todas las líneas sucede, para la calentura (forma coloquial de llamarle al deseo) no existe línea en específico", indicó uno de los asiduos a esta práctica que se conoce como "cruising en el metro" y que es difundida a través de redes sociales con vídeos o fotografías de hombres en las distintas estaciones.

   

   Hay numerosos códigos de conducta para esta forma de conocer a alguien como una mirada, un ligero roce, dejar preservativos a la vista o incluso acariciar la pierna de quien va sentado al lado hasta ir más allá.

   "La experiencia es de mucha adrenalina, el temor de ser visto o que el hombre que te estás ligando resulte no ser gay, aunque en el 90% de los casos sí son del club", ha señalado otro usuario.

   Además, el vagón no es el único lugar de la estación donde se puede conocer a alguien. También se puede apreciar como los pasillos de las estaciones son zonas que se prestan para el coqueteo masculino. Escondidos en las columnas o a veces a vista de todos donde se puede intercambiar una caricia, un contacto sexual o a veces sólo conseguir un número de teléfono para un posterior encuentro.

   Sin embargo, la "cajita feliz" en ocasiones puede ser muy triste ya que representa riesgos, el más grande es el de ser extorsionados por sujetos que abordan el vagón argumentando que son policías vestidos de civil, y en ocasiones amenazan a los pasajeros con llevarlos detenidos.