BOGOTÁ, 4 Jul. (Colprensa/Notimérica) -
El representante del Consejo Comunitario del Río El Rosario (en el Departamento de Nariño), Jairo del Castillo, atiende diariamente en la oficina de Tumaco a un centenar de personas que acuden desde las quince comunidades que alberga la región. Allí, del Castillo siente cada día la impotencia de no ser escuchado en un espacio televisivo para poder explicar las necesidades de su población.
Con voz enfática dice que todo parece ser manejado para que ellos no sean visibles: "No nos creen que estamos en una situación muy grave. Somos pescadores, agricultores y vivimos de lo que nos da el río Rosario. No solo es llegar con tanques para almacena agua o motobombas para sacar el agua de una quebrada; se nos trastocó nuestro modo de vida, la subsistencia. Es como una persona de la ciudad que va al supermercado a comprar para alimentación, pues el río era nuestra tienda y ya no la tenemos". El líder se queja constantemente, porque dice que los medios de comunicación no llegan a su comunidad, conformada por cerca de diez mil habitantes.
Las FARC dinamitaron hace dos semanas el oleoducto Transandino, situado en el departamento de Nariño, en el suroeste de Colombia, provocando un derrame de 10.000 barriles de crudo que contaminaron el río Mira y una parte de la costa Pacífica. Por su parte, el ministro de Ambiente de Colombia, Gabriel Vallejo, aseguró este viernes que el país podría tardar hasta 15 años en recuperarse del daño al medio ambiente causado por los atentados contra la infraestructura petrolera. "Es una irracionalidad, una locura. Estamos frente a la peor tragedia ambiental que ha tenido este país en los últimos 15 o 20 años", dijo Vallejo.
PESCADORES EN PROBLEMAS
La gran mayoría de los pescadores artesanales esperan una oportunidad para que la petrolera estatal Ecopetrol los contrate y puedan conseguir para comprar comida enlatada, al menos los 5.000 pesos (1,89 dólares) para comprar una bolsa con agua de cinco litros. "Es absurdo. De la noche a la mañana empezó a bajar la mancha negra por la orilla del río Caunapí y nos quedamos sin nada. Solo pasaron unas horas y los peces flotaban muertos, la corriente los llevaba con dirección al Mira y de ahí al mar. Muchas aves murieron por consumir esos pescados", cuenta Estanislao Cuero, un viejo pescador.
Para los moradores de las riberas de los ríos Caunapí y El Rosario, no es nuevo ver manchas negras en el agua. Hace quince años unos trabajadores dejaron derramar suficiente petróleo como para que llegara hasta el mar, "ese también fue un desastre ecológico, pero nadie le puso cuidado. El Gobierno no llegó con ayudas ni los medios de comunicación hicieron bulla. Por el invierno, la fuerte corriente de los ríos se encargó de llevar la evidencia, pero también sufrimos. Sin embargo, antes había más alimento y otras quebradas donde se pescaba. Ahora todo está seco y la contaminación también llega del aire, por las fumigaciones con glifosato", sigue quejándose Jairo del Castillo.
No se tiene una estimación de las veces que ha sido volado el oleoducto Trasandino en este sector. Lo único claro es que el 90 por ciento de los territorios subsisten de la pesca, de 'conchar', escarbar para sacar la piangua y los camarones.
Además de la pesca, se calcula que solo en el Consejo del Río Rosario, que comprende unas 15.000 hectáreas, hay sembradas cerca de 5.000 de cacao y hay unas dos o tres mil de coco. "Si hay una verdadera solución, sería la de garantizar la comercialización y el cuidado de nuestro cultivos. No necesitamos que nos den dinero sino inversión en proyectos e investigación para que podamos sobrevivir dignamente", finalizó Del Castillo.
EXPECTATIVA POR POSIBLE HABILITACIÓN DE ACUEDUCTO
Este fin de semana se conocerán los resultados de las pruebas fitosanitarias del agua que realizan técnicos de Acuaseo y Ecopetrol. Si las condiciones se dan, posiblemente 'La perla del Pacífico' podrá contar con el líquido que llega desde la planta de Buchelli.
Con gran expectativa son esperados esos análisis que realizan técnicos de la empresa Acuaseo, encargada del suministro del líquido en Tumaco y de la nacional Ecopetrol, quienes en un laboratorio instalado en una barcaza tomaron muestras del agua en la bocatoma de donde se surte agua para la planta de tratamiento. Todos los organismos de socorro y gubernamentales que se reúnen a diario en la Sala de Crisis esperan que el resultado sea positivo.
El director de la oficina de Gestión del Riesgo de Nariño, Gustavo Martínez, expresó que son varias entidades las que están comprometidas con este problema: "Al siguiente día de presentarse la emergencia, estábamos atentos a la problemática. No solo el personal del gobierno local, sino del nacional, que con los ministerios de Agricultura, Medio Ambiente, Salud y el viceministerio de Aguas, entre otra entidades, tratamos de que los moradores de Tumaco no sufran las consecuencia por cuenta de este hecho".
Se estima que aproximadamente 36.800 familias de manera directa en el sector urbano y rural están afectadas por la falta de agua y la contaminación de los ríos Mira, El Rosario y Caunapí.
Tres buques de la Armada Nacional, 40 carrotanques que recogen el agua desde la población de Esmeraldas, en Ecuador, y dos pozos alternos en la sede de la Universidad Nacional y en Tagareal son los encargados de distribuir diariamente 600.000 litros de agua potable a por lo menos 120.000 moradores.
Sin embargo, se calcula que el promedio de consumo diario en condiciones normales en Tumaco podía estar alrededor de 1.500.000 litros de agua; por lo tanto hay zonas en esta ciudad donde escasea el líquido, por la falta de distribución a tiempo.
Se hace la perforación de un pozo en el sector de Gualtal que supliría la necesidad para la zona rural, "con la declaración de emergencia sanitaria es más fácil canalizar recursos para agilizar la búsqueda de agua en pozos profundos. Se tiene prevista la aprobación, por parte de Corponariño, pero se hará uso de un permiso vigente", dijo el director de Gestión del Riesgo.
Todos los días, en la llamada Sala de Crisis, se reúnen funcionarios de entidades como Acuaseo, el Instituto Departamental de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, Aguas y la secretaría de Gestión del Riesgo de Nariño, para analizar los que pasa en el puerto.