BOGOTÁ, 9 Feb. (Colprensa/Notimérica) -
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) ha indicado en su 20 aniversario que el año pasado se registraron 147 agresiones directas contra periodistas en Colombia y que estas dejaron 232 víctimas.
"La idea es generar una reflexión, porque muchas veces reclamamos de los periodistas una cantidad de estándares sobre lo que se debería decir, pero pocas veces nos preguntamos cuales son las condiciones para ejercer la profesión en Colombia", ha afirmado el director de la FLIP, Pedro Vaca, en un evento de conmemoración de los 20 años de la fundación.
Según Vaca, en 2015 hubo un incremento del 40 por ciento en las agresiones contra periodistas con respecto al año anterior --la cifra más alta desde 2009-- y actualmente Colombia ocupa el puesto número once entre los más peligrosos para ejercer la profesión de periodista.
Según la FLIP, es sorprendente que el país se encuentre cerca de firmar un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y siga siendo tan inseguro para los periodistas.
Una de las hipótesis más importantes que maneja la fundación para darle explicación al aumento de las agresiones fueron las amenazas y obstrucciones colectivas en los días previos a las elecciones regionales que tuvieron lugar el pasado mes de octubre. Estas influyeron de manera negativa en la cobertura de las elecciones por parte de los periodistas.
Además, las partes más afectadas del país siguen siendo regiones como Valle del Cauca, Arauca, Caquetá y Santander, según el investigador del informe del Centro de Memoria Histórica 'La Palabra y el Silencio', Germán Rey.
El informe también hace referencia a la gestión de la Unidad Nacional de Protección, ente creada hace 15 años para proteger a aquellas personas que se encuentran en riesgo. Si bien se han invertido 7 millones de dólares en la protección de 137 periodistas amenazados, la FLIP recomienda que el Estado replantee las funciones de este organismo.
"Debemos pasar de un sistema de protección que solo atiende los incidentes consumados de violencia a un sistema que, por un lado, prevenga este tipo de actos y que además haga justicia", afirmó Vaca.
Según el informe y el director de la FLIP, la custodia de periodistas no puede ser la única manera de atender el riesgo, ya que es una medida que resulta muy costosa y poco efectiva.
La fundación propone en el informe que el programa que se desarrolla en la actualidad sea transformado en una política de gobierno y que trabaje de la mano con otros organismos como la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía y las autoridades locales.
UN FACTOR COMÚN, LA IMPUNIDAD
Por su parte, el periodista Vicky Dávila, que ha sido víctima de amenazas y de presuntas interceptaciones ilegales, manifestó su interés en que el informe no pase "desapercibido", sino que las autoridades lo lean, se conciencien y tomen medidas para acabar con "la impunidad que rodea todos estos casos de asesinatos y amenazas a periodistas".
El informe de la FLIP también se refiere a los asesinatos a periodistas que quedan en la impunidad ya que, según sus datos, durante 2015 prescribieron cuatro de los homicidios.
Por otro lado, el informe asegura que el 23 por ciento de las amenazas a periodistas las hacen particulares, mientras que el 18 por ciento las realiza la fuerza pública, que en años anteriores se situaba en el primer lugar.
LAS VÍCTIMAS MÁS RECIENTES
Dentro del evento se recordaron los asesinatos del año pasado del periodista Luis Antonio Peralta, director de la emisora Linda Estereo, que fue asesinado en febrero del año pasado en el municipio de El Doncello, departamento de Caquetá, y de la periodista Flor Alba Núñez, asesinada el pasado 10 de septiembre en la ciudad de Pitalito y quien trabajaba para más de seis medios en el sur del departamento de Huila.
El informe describe estos asesinatos el silencio de "dos voces críticas", que en sus regiones denunciaban la corrupción local y que por esto "encontraron la muerte". Estos dos casos se suman a la lista de 152 periodistas asesinados en Colombia desde 1977 hasta 2015.
"El informe nos deja ver que la prensa sigue amenazada y que aunque ha bajado la intensidad del conflicto en sí mismo, en las regiones todavía hay agresiones contra los periodistas; que lo permiten administraciones locales; y lo más triste es que en algunas zonas la fuerza pública es la que promueva el ataque a la libertad de prensa", comentó la periodista del diario 'El Tiempo' Jineth Bedoya, víctima del conflicto colombiano.
'LA PALABRA Y EL SILENCIO'
Durante el evento también se presentó el informe del Centro de Memoria Histórica sobre la violencia en el periodismo colombiano llamado 'La Palabra y el Silencio', que cuenta todas las etapas que ha tenido la profesión desde que en 1977 se asesinó al primer periodista por su profesión.
"La violencia con los periodistas está ligada con la violencia en el país, con todos sus actores y victimarios", afirmó Rey, quien hizo la presentación del informe. Según la FLIP, este texto es el único que ha presentado el Estado con referencia a los crímenes de periodistas en el conflicto armado.
Para Rey, durante el proceso de paz se debe ser cuidadoso con la seguridad de los periodistas ya que es habitual que en épocas de cambios radicales se recrudezca la violencia contra estos profesionales.
"Este informe lleva el nombre de 'La Palabra y el Silencio' porque una democracia solamente es posible en un sistema donde la diversidad de las palabras de unos y otros se pueda expresar como lenguaje y posibilidad de diferencia, y frente a la palabra siempre existirá el peligro del silencio", finalizó Rey.
En el evento también se proyectó por primera vez el documental 'En el Medio: Los silencios del periodismo colombiano', realizado por la United Nations Democracy Fund y la Universidad del Rosario.