LIMA, 31 May. (Notimérica) -
El 31 de mayo de 1970, hoy hace 47 años, se produjo un terremoto en Áncash que acabó con la vida de cerca de 70.000 peruanos. Desde entonces, es una fecha recordada con gran tristeza entre la población de Perú y que aún hoy no se olvida.
El terremoto de magnitud 7,5 en la escala de Ritcher --7,9 en la escala Magnitud Momento, utilizada en aquella época--, se sintió en toda la costa y sierra del departamento de Áncash y del norte peruano, que vino seguido de un alud que sepultó la ciudad de Yungay. Además de las víctimas mortales, otras 20.000 personas quedaron desaparecidas y más de 100.000 resultaron heridas.
Este fue uno de los desastres naturales más devastadores de la historia de Perú. En unos angustiosos 43 segundos provocó una gran cantidad de daños materiales, con cerca de 60.000 viviendas destruidas y 15 poblaciones devastadas en el Callejón de Huaylas, un valle perteneciente a la cordillera de los Andes. El Callejón fue la zona más afectada por la catástrofe y, concretamente Huaraz, una de las más castigadas, quedando destruida el 97 por ciento de la ciudad.
Pero para la ciudad Yungay esta catástrofe no vino sola, trajo consigo un bloque de hielo, nieve, lodo y rocas del pico del Huascarán. Esto produjo un violento alud que, avanzando a gran velocidad, sepultó a la ciudad entera, matando a más de 25.000 personas. Apenas se salvaron unas 300 personas.
CONCIENCIAR
Este desastre natural se llevó miles de vidas y arrasó con muchos lugares del país. Este hecho sirvió para dejar una valiosa enseñanza a la población peruana y es que hay que estar prevenidos ante cualquier amenaza ya sea natural o causada por el hombre.
Por esta razón, el 19 de mayo de 1970 el Gobierno Central mediante el Decreto Supremo nº043-2007 declaró el día 31 de mayo como 'Día de la Solidaridad y de Reflexión en la Prevención de Desastres' para conmemorar y evitar más perdidas como la del terremoto de Áncash.
Este día tiene como objetivo enseñar al país y las instituciones educativas que la mejor herramienta ante estos casos es la prevención. Se enseñan las medidas que hay que tomar ante este tipo de eventualidades y sobre todo cómo minimizar los riesgos, tanto materiales como físicos, ante este tipo de situaciones. También invita reflexionar a los ciudadanos sobre la responsabilidad individual y colectiva ante desastres naturales o causados por el ser humano.