BOGOTÁ, 19 Jul. (Notimérica) -
En el año 2006, el grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) fueron desmanteladas por el Gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe. Diez años después, continúan las dudas respecto a si perdura algún resquicio del fenómeno paramilitar en el país.
El paramilitarismo hace referencia a organizaciones que tienen una estructura, entrenamiento, subcultura y una función similar a las de un ejército, pero que no forman parte de manera formal a las fuerzas militares de un Estado.
En el caso colombiano, muchos defienden que este fenómeno está ya extinto y que las organizaciones criminales existentes no mantienen ningún vínculo con las AUC.
Es el caso del ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, o del fiscal general Jorge Fernando Perdomo. "Muchas de las estructuras del crimen organizado están conformadas por exparamilitares. Esa relación existe, lo que pasa es que tenemos absoluta claridad de que en Colombia el fenómeno del paramilitarismo no existe; la motivación del surgimiento de las organizaciones es diferente", sentenció Perdomo.
Sin embargo, las recientes negociaciones de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para poner fin al conflicto armado reconocen el paramilitarismo y la necesidad del Estado de esclarecerlo y desmantelarlo para garantizar la seguridad de los guerrilleros.
"El paramilitarismo continúa y sigue estando presente en la vida nacional", sostuvo el director de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social (Corpades), Fernando Quijano.
Para Quijano, tras la desmovilización de paramilitares quedaron sus herederos que serían los hoy conocidos como Grupos Armados Organizados, de acuerdo al diario 'El Colombiano'.
"Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, ahora llamadas 'Clan del Golfo' son herederas del paramilitarismo, son sus hijas. A su vez, la Oficina del Valle de Aburrá se paramilitarizó desde la época de 'don Berna'", anotó el director de Corpades.
A su vez, Álvaro Villarraga, de la Dirección de Acuerdos de Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica, explicó que "a lo que asistimos fue a un desmonte no total, aunque importante, pero parcial, de las estructuras armadas del paramilitarismo".
Villarraga sostuvo que tras la desmantelación de las organizaciones paramilitares, algunas de esas estructuras permanecieron o se reprodujeron en unas nuevas.
"Ya no es un fenómeno centralizado, ya no existen los nexos tan fuertes con la fuerza pública y otras instancias estatales, pero siguen más en el orden local y regional, no solamente de la fuerza pública sino de otras autoridades", indicó.
Estos grupos armados, según Villarraga, continúan atacando a las fuerzas políticas de izquierda y a los defensores de los Derechos Humanos. En este sentido y según la ONG 'Somos Defensores', en el primer trimestre de este año 113 defensores han sido agredidos y 19 de ellos asesinados.
Por el contrario, el director del Centro de Investigación del Crimen Organizado, Jeremy McDermott, estimó que en muchos lugares esas bandas trabajan conjuntamente con la guerrilla y comparten gran parte de los negocios ilícitos, como ocurre en Guaviare y Urabá.
EL PAPEL DEL GOBIERNO
Según el último informe presentado por el presidente, Juan Manuel Santos, en lo que va de 2016 1.940 hombres de los grupos armados organizados fueron neutralizados. Además, la Fuerza Pública retuvo en el mismo periodo de tiempo 255 maquinarias de minería ilegal, desmanteló 2.965 laboratorios e incautó 158,8 toneladas de cocaína, en la lucha por atacar sus finanzas
Sin embargo, Quijano indicó que no es suficiente y que todavía hay evidencias de connivencia entre agentes del Estado y estos neoparamilitares, a los que él llama estructuras paramafiosas.
"Esto va más allá de patrulleros, de soldados rasos y de funcionarios del CTI, nos hemos encontrado que hay cartel de oficiales, que hay altos cargos en otras partes de la institucionalidad como la Fiscalía que podrían estar sirviendo en lo que hemos denominado nómina paralela, por lo que cuentan con protección del Estado", afirmó Quijano.
Además, añadió que pocas veces los altos mandos de estas estructuras tienen órdenes de captura en Colombia y casi siempre sus problemas vienen de Estados Unidos cuando los vincula a la lista Clinton --empresas y personas señaladas por tener relaciones con dineros provenientes del narcotráfico-- o cuando ofrece recompensa por ellos.
LAS AUC
Las AUC fueron una coalición de ejércitos privados de ultraderecha surgidos en los años 90 y que participaron en el conflicto armado que se desarrolla desde la década de 1960 y que está llegando a su fin en La Habana.
Esta organización combatía a grupos políticos de izquierda legales, como la Unión Patriótica y a otros ilegales como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) o el Ejército Popular de Liberación (EPL).
Las AUC lucharon contra las FARC por el control de las áreas estratégicas en el tráfico de drogas, y convertían en blanco a las comunidades que consideraban leales al grupo guerrillero, perpetrando masacres y otras atrocidades.
Así, son responsables de miles de masacres y asesinatos de civiles, campesinos o sindicalistas entre otros colectivos por todo el país.