MADRID, 4 Jul. (Notimérica) -
Amado Carrillo Fuentes es considerado el fundador del Cártel de Juárez. El también conocido como 'señor de los cielos' fue un narcotraficante mexicano que ya controlaba Juárez antes de la muerte de Pablo Escobar. El capo colombiano lo respetaba, eran socios: Escobar producía la droga y él la compraba y distribuía en México.
El 'señor de los cielos' nació en Guamuchilito, Sinaloa. Era sobrino del narcotraficante miembro del primer cártel de cárteles mexicanos en Guadalajara, Ernesto Fonseca Carrillo, y socio del fundador de los mismos.
Carrillo fue conocido por un tiempo como 'El Rey del oro blanco' ya que fue el hombre más poderoso de los cuatro cárteles mexicanos (Juárez, Golfo, Sinaloa y Tijuana). Tras la muerte de Escobar, el mexicano se colocó como principal proveedor de cocaína. Carrillo procuró, al contrario que Escobar, aparecer lo mínimo posible en las noticias y no guardar relación con periodistas. La Administración para el Control de Drogas (DEA) señala que su cártel producía 200 millones de dólares semanales, destinando el 1 por ciento a sobornos.
Su pseudónimo 'el Señor de los cielos' proviene de sus entramados aéreos de droga desde Colombia a México mediante aviones Boeing 727 y, posteriormente, hasta Estados Unidos por la compañía 'Taxi aéreo del Centro Norte S.A. de C.V.', de la que él mismo era el principal accionista.
Carrillo Fuentes fue objeto de un total de 26 investigaciones en Estados Unidos y México, recaían sobre él dos órdenes de detención por parte de la Unión Europea y la Procuradora General de la República giró una orden de arresto a petición del Gobierno estadounidense en 1996.
El capo mexicano se sometió a una operación de cirugía estética y una liposucción el 3 de julio de 1997, operación que superó con éxito. Carrillo falleció tras ser sedado por dolores postoperatorios, al tener complicaciones la madrugada del día 4. Existen versiones que narran que su muerte estaba planeada y fue un asesinato pero están desmentidas policialmente por falta de pruebas.
El 4 de julio de hace 18 años, fue declarado difunto con 41 años de edad, según cita el acta de defunción del registro civil del distrito federal. Los tres cirujanos plásticos encargados de su operación fueron asesinados y encontrados los cadáveres --en noviembre de ese mismo año-- en unos barriles de cemento. Por aquel entonces ya habían fallecido otros dos médicos y desaparecido un tercero, que todavía sigue en paradero desconocido.