CIUDAD DE MÉXICO, 22 Jul. (Notimérica) -
Los amantes de los sabores picantes disfrutan del chile o pimiento, una pieza fundamental en culturas gastronómicas de todo el planeta. El cultivo del chile, planta originaria de Iberoamérica, se remonta a más de 6000 años, precediendo incluso la invención de la alfarería, según un estudio publicado en la revista Science.
Cristóbal Colón fue uno de los primeros europeos en encontrar chiles y los llamó pimientos por su sabor parecido al de la pimienta negra usada hasta ese entonces en Europa. A diferencia de otras plantas comestibles provenientes de América, que tardaron décadas en ser aceptadas por los europeos, los chiles conocieron una rápida difusión mundial tras su introducción en España por Colón en 1493.
A pesar de esto, el origen del pimiento de Padrón data específicamente del XVI. Se cree que los misioneros del convento Franciscano de Herbón llevaron desde México chiles de la misma variedad del serrano y jalapeño, que al adaptarse al clima de Galicia (España) dieron como resultado esta especie de pimiento de Padrón, que varía el nivel de picor dependiendo la zona de cultivo.
PRODUCCIÓN Y AUTENTICIDAD
El tiempo de cultivo de los pimientos de Padrón suele ser de mayo hasta finales del verano, pero, debido al éxito que tienen, varias son las empresas que los cultivan industrialmente a través de invernaderos y de esta manera aseguran su venta durante todo el año.
Además, mediante prácticas ancestrales los agricultores locales van manteniendo y seleccionando las mejores plantas y adaptando las técnicas de producción a las condiciones del suelo gallego donde se cultiva.
El auténtico pimiento gallego es aquel que lleva el sello de Denominación de Orígen Protegida (DOP) 'Pemento de Herbón', variedad de la planta Padrón, con el logotipo oficial del su Consejo Regulador, además de una etiqueta con la marca propia de cada productor envasador y una contraetiqueta con un código alfanumérico autorizada por el órgano de control.
SU PREPARACIÓN
Normalmente se pueden encontrar como tapa en cualquier bar de España o bien acompañando algunos platillos de carne o pescado. Su forma de cocción más usual es friendo en abundante aceite por un par de minutos y al momento de servirse se espolvorean con sal gruesa, aunque también pueden prepararse asados en una sartén.
En México se pueden encontrar en tiendas gourmet o en restaurantes españoles. Son tradicionalmente acompañados por una cerveza clara o una copa de vino blanco.
CHILES MEXICANOS
México cultiva su propia variedad de chiles. De hecho, es parte primordial de la gastronomía mexicana y se puede encontrar en una gran variedad de platillos. Los principales estados productores de chile son Chihuahua, Zacatecas, San Luis Potosí, Jalisco, Durango y Michoacán.
Existen diferentes tipos de chile mexicanos que van desde el chile poblano suave que se cultiva en Puebla, hasta el chile habanero excepcionalmente picante, producido principalmente en Yucatán. Otros chiles mexicanos son el jalapeño, chipotle, guajillo y chile Tabasco.
Gracias a la variedad de usos del chile mexicano, la gastronomía de este país iberoamericano fue galardonada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010.