CIUDAD DE MÉXICO, 11 Jul. (Notimérica) -
La migración es parte de la vida cotidiana de todos los países, sean estos receptores, expulsores, vías de paso o de retorno de flujos de personas que traspasan las fronteras de forma regular o irregular. De hecho, los países de la región iberoamericana son el escenario simultáneo de una multitud de flujos migratorios; como es el caso de México.
Con el propósito de obtener una visión panorámica sobre la migración, la protección social y los desafíos de política asociados en el caso de México, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), con el apoyo de la cooperación alemana (GIZ), realizó un taller de expertos para tratar las realidades y desafíos de la migración en México, los días 4 y 5 de julio.
Esta realidad ha impulsado el fortalecimiento institucional para una protección social universal y sostenible, en especial con relación a la migración internacional en América Latina y el Caribe, según se indica en el informe abordado en el taller 'Apoyo a la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe'.
Además de una elevada pobreza y los niveles más altos de desigualdad, México se caracteriza por una serie de rezagos sociales y económicos entre los que destacan vacíos y dificultades de acceso a mecanismos de protección social que permitan a las personas hacer frente a riesgos y vulnerabilidades individuales y colectivas.
De acuerdo al estudio, los migrantes contribuyen con su trabajo al desarrollo y por eso es importante crear políticas públicas para atender sus necesidades. Pero para lograrlo es importante cumplir con cuatro de los principales retos del proceso migratorio en México:
1. México debe hacer frente al incesable flujo de miles de extranjeros que buscan entrar por sus fronteras para cruzar hacia Estados Unidos.
2. La inseguridad es uno de los motores que impulsa la migración. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2016 (ENVIPE), el 59, 1 por ciento de la población de 18 años y más considera la inseguridad y la delincuencia como el problema más importante, seguido del desempleo (40,8 por ciento) y la pobreza (31,9 por ciento).
3. La reintegración como un proceso mediante el cual las personas repatriadas logran participar en la vida activa, a través de la inclusión social, económica y cultural.
4. La desigualdad de ingresos constituye, a la vez, la causa y el efecto de otras desigualdades en educación, salud y el mercado laboral. El 10 por ciento de las familias acumula dos tercios de la riqueza total del país y el 80 por ciento de los activos financieros es propiedad de ese 10 por ciento.