GUATEMALA, 2 Abr. (Notimérica) -
José Efraín Ríos Montt (1926), exgobernante de Guatemala, fallecía este fin de semana a los 91 años en su casa. Lejos de ser recordado como un mandatario de altura en el país, su muerte ha abierto aún más una herida que jamás se cerró y que lo califica como genocida.
"Nunca autoricé, nunca firmé, nunca ordené que se atentara contra una raza, etnia o grupo religioso", dijo Ríos Montt ante los tribunales que posteriormente le juzgaron en 2013 por la muerte de miles de indígenas a manos del Ejército guatemalteco, que seguía sus órdenes.
Anulado aquel juicio, se reabrió la causa en 2015 pero, dada la avanzada edad del acusado y la incapacidad mental que alegaron sus abogados, no recibió condena de cárcel.
Según indicaba el perito Walter Rinze en 2015, en sus últimos años Ríos Montt sufría "demencia vascular mixta cortical y subcortical", una enfermedad que "causa lesiones en el cerebro", recoge 'BBC en Español'. El abogado de exgobernante, Luis Rosales, ha informado de que su muerte se ha debido a un fallo cardíaco.
OPERACIONES CON LA CIA Y EL EJÉRCITO
Ligado al Ejército de Guatemala desde los 18 años, Ríos Montt desarrolló su carrera militar en el país y ligó su trabajo a la conocida Escuela de las Américas, organización militar respaldada por Estados Unidos y por su Agencia de Inteligencia, la CIA.
Según recogen algunos informes, participó en el derrocamiento --orquestado por la CIA-- del presidente izquierdista Jacobo Arbénz en 1954. Pocos años después, en 1960, tiene inicio la guerra civil de Guatemala, conflicto bélico enmarcado en la Guerra Fría entre el bloque capitalista de Estados Unidos y el bloque comunista de la Unión Soviética, el cual tuvo gran impacto en la región centroamericana.
En dicho escenario, en el que la situación política y social se polarizaba cada vez más debido al conflicto internacional, la presencia de Ríos Montt entre las élites militares del país fue creciendo y en enero de 1973 alcanzó el grado de general de brigada, momento en el que se le concedió la jefatura del Estado Mayor General del Ejército guatemalteco en el mes de abril de ese mismo año.
Bajo dicho mando tuvo lugar, entre muchas otras, la Masacre de Sansirisay. Durante el gobierno del general Carlos Arana Osorio, en 1973, se registraron disturbios en la zona fronteriza entre El Progreso y Jalapa por un litigio de tierras que duraron, al menos, 24 horas. Fruto de estos, se produjo un supuesto enfrentamiento entre las autoridades del Ejército y los campesinos, dejando como resultado 17 muertos --11 campesinos y seis policías-- y cinco heridos.
Sectores acusaron al jefe del Estado Mayor del Ejército, Ríos Montt, de haber ordenado la masacre en el lugar, una zona con gran cantidad de población indígena poqomam. Este fue tan solo uno de los ataques que se perpetraron durante la guerra civil de Guatemala, los cuales dejaron miles de muertos, en especial entre los 1978 y 1983.
OBJETIVO PRESIDENCIA
En 1974, y poco después de conseguir la mayor promoción militar, Ríos Montt decidió abandonar su carrera miliar y presentarse a las elecciones presidenciales del 3 de marzo del citado año. Sin embargo, perdió las elecciones frente a Kjell Eugenio Laugerud García, lo que empujó a Ríos Montt a volver al Ejército. De nuevo en filas, fue nombrado embajador de Guatemala ante España entre 1974 y 1978, años en los que la guerra en el país se recrudeció.
En marzo de 1982 se perpetró un golpe de Estado liderado por oficiales del Ejército de Guatemala para, según se indicó, "acabar con la corrupción". El presidente Fernando Romeo Lucas-García se rindió horas después de que los militares sublevados hubieran tomado la Ciudad de Guatemala y rodeado el Palacio Nacional, siendo expulsado del país horas después.
El Congreso, los edificios principales de la capital, el aeropuerto, la empresa nacional de comunicaciones (Guatel), así como el resto de las calles de la Ciudad de Guatemala, fueron ocupados por los sublevados. La Junta representativa del Gobierno, como se denominaron, consideraron a Ríos Montt el hombre adecuado para hacerse cargo del Gobierno de Guatemala.
Disuelto el Congreso, anulada la Constitución y con los medios de comunicación bajo el poder de la nueva Junta, Ríos Montt anunció nuevos comicios, pero no precisó la fecha. Meses después, el militar guatemalteco disolvió la Junta militar y se proclamó presidente de Guatemala.
EXTERMINIO
Durante los 17 meses que Ríos Montt ejerció de presidente del país se intensificó la violencia en el país por el conflicto armado en el que aún estaba envuelto. El Ministerio Público del Estado indica que fue el autor intelectual de al menos 15 masacres llevadas a cabo por el Ejército en comunidades indígenas, provocando la muerte de 1.771 personas, recoge 'BBC Mundo'.
A todas estas muertes se suma, además, el desplazamiento de casi 30.000 familias, las cuales se habrían refugiado en las montañas para huir de la violencia y de los ataques que tenían como objetivo acabar con las poblaciones indígenas, especialmente las de la etnia Maya e Ixil.
Derrocado por su propio ministro de Defensa el 18 de agosto de 1983, Ríos Montt continúo en la política del país y trató de volver a la Presidencia del país. En 1989 fundó el partido Frente Republicano Guatemalteco (FRG), con el que trató ascender al poder en dos ocasiones (1984 y 2003), en ambos casos sin éxito.
PROCESOS PENALES
Al mismo tiempo que ejercía como diputado nacional con el FRG --fue elegido en 2007-- junto a su hija, Zury Ríos, la líder social indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz, inició un proceso en contra de Ríos Montt en España por genocidio, detención ilegal y terrorismo de Estado.
Su estatus de diputado le otorgaba una inmunidad por la que no podía ser juzgado, pero en enero de 2012, cuando expiró su privilegio como congresista, se registró formalmente la acusación contra él y contra otros tres exgenerales más por genocidio y crímenes de lesa humanidad en Guatemala.
El 28 de enero de 2013 dio comienzo su juicio después de que el juez Miguel Gálvez considerara, tras muchos intentos del exmilitar y sus abogados de evitar el juicio, que "existen fundamentos serios para someter a juicio oral y público por las supuesta probabilidad de su participación en los delitos que se le imputa".
Se trató de un hecho histórico pues, por primera vez en la Historia, un exjefe de Estado se enfrentaba a un juicio de este tipo ante un tribunal nacional. Encontrado culpable y condenado a 80 años de prisión por genocidios y crímenes de lesa humanidad en mayo de 2013, el proceso fue posteriormente anulado bajo la orden de repetir el juicio.
Dos noches fueron las que el militar pasó en un calabozo tras saberse su condena, pues al salir de este su presunto deterioro de salud impidió que se encontrara en "plenas facultades" para poder ser juzgado de nuevo en 2015. "Presenta un cuadro de deterioro que le impide rendir adecuadamente desde el punto de vista de pensamiento y juicio (...) No se encuentra en pleno uso de sus facultades mentales..." indicaron desde el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
Y desde ese día hasta hoy, cuando conocemos que José Efraín Ríos Montt, el viejo político y militar, genocida guatemalteco, murió un domingo en su casa, con 91 años.