BOGOTÁ, 13 Ago. (Notimérica) -
Un referente en los medios de comunicación y uno de los personajes más influyentes de la época, así se definió a Jaime Garzón. Su participación como mediador entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno fue el detonante de su asesinato.
Garzón nació el 24 de octubre de 1960 en Bogotá (Colombia). A los 18 años --antes de entrar en la universidad-- se alisto en el Frente 'José Solano Sepúlveda', una red urbana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), aunque no participó en ningún acto violento.
Fue nombrado como alcalde menor de la localidad de Sumapaz en 1988. Paralelamente, empezó a trabajar en la televisión con su programa Zoociedad, show de parodia social y política del país, con el que se hizo conocido en el mundo de la prensa política. Compaginó su trabajo en los medios con su activismo político.
En 1998 las FARC secuestró a 32 personas y rápidamente se organizó una comisión para mediar en este conflicto. Garzón integró este grupo y consiguió liberar a nueve personas, aunque muchos sospecharon que estaba involucrado con la guerrilla debido a su insistencia por hacer de mediador en el conflicto.
Tras el secuestro de la senadora Piedad Córdoba a manos de la organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) --lideradas por Carlos Castaño Gil-- le acusaron de pertenecer a la guerrilla. Córdoba afirmó, bajó la coacción de los militares, que Garzón era un intermediario y que cobraba parte de los rescates --algo que nunca fue demostrado--, lo que motivó su asesinato.
El 13 de agosto de 1999, hace hoy 18 años, mientras Garzón se dirigía en su coche hacia Radionet --emisora local-- dos motoristas se posicionaron cerca y le dispararon seis veces, cuatro balas impactaron en su tronco y las otras dos en su cuello. El coche se estrelló contra un poste telefónico y falleció en el acto debido a las heridas sufridas.
El asesinato de Garzón fue ordenado por Castaño en colaboración con el Departamento de Administración de Seguridad (DAS), la policía y miembros de las Fuerzas Armadas. Contrataron a los sicarios del grupo Terraza de Medellín para el trabajo y además se encargaron de cubrir cualquier rastro que les vinculara con el hecho.
El crimen estuvo varios años sin resolverse, hasta que en 2004 la investigación judicial dio un giro inesperado. El general Castaño fue acusado como autor intelectual del hecho y se descubrió la vinculación de las demás entidades. La Fiscalía de Colombia calificó este suceso como un crimen de Estado y condenó a todos los implicados. En 2016 se sentenció a la nación a pagar una indemnización a los familiares de Garzón.