MADRID, 17 May. (Notimérica) -
Ciudades utópicas se esconden entre los paisajes más salvajes del mundo. En Perú, Mali o Australia se encuentran las comunidades que han luchado contra todo pronóstico para adaptarse a las condiciones del entorno. El calor, la altura, el agua o la tierra no han sido un inconveniente para los escasos habitantes de estos pueblos, que han hecho del medio su hogar.
1. CRÁTER DE UN VOLCÁN EN LA ISLA DE AOGASHIMA (MAR DE FILIPINAS)
Un total de 205 personas han desafiado a la naturaleza instalándose en el volcán de la Isla de Aogashima del archipiélago Izu, situado en el Mar de Filipinas a 320 kilómetros al sur de Tokyo.
La población se concentra en el cráter de la isla volcánica de ocho kilómetros cuadrados, donde una única escuela, un helipuerto y una oficina de correos conforman la comunidad. El volcán permanece activo, aunque la última erupción se produjo hace más de 200 años, en 1785, cuando murieron 140 personas.
2. OASIS DE HUACACHINA (PERÚ)
Vivir en un oasis no es una fantasía. En esta laguna en mitad del desierto se instalaron en el siglo XX un centenar de personas. Las propiedades del agua han hecho que Huacachina se convierta en uno de los balnearios más importantes de Perú, que hoy son visitados por cientos de turistas anuales.
La laguna, que se encuentra a cinco kilómetros de la ciudad de Ica, ofrece paisajes hermosos, donde palmeras y agua se mezclan con la arena de las dunas del desierto costero del Pacífico que le rodea.
3. LOS ACANTALIADOS DE BANDIAGARA DEL RÍO NÍGER (MALÍ)
Los acantilados del país africano, territorio que se extiende unos 200 kilómetros junto al río Níger y que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1989, son el hogar de la tribu dogón.
Las paredes y grietas escarpadas de roca sirven como refugio natural para los dogones ya que camufla y aisla las casa de adobe del calor de la sabana.
El origen de estas construcciones está relacionado con la colonización, pues dificultaba el acceso a la aldea, ya que antiguamente sólo se podía acceder escalando, y permitía una vista que advertía de la posible amenaza. Hoy existen dos lugares muy estrechos que permiten la entrada a la aldea.
4. ISLAS FLOTANTES DEL LAGO TITICACA (PERÚ Y BOLIVIA)
Sobre el lago Titicaca se encuentran las islas flotantes donde el pueblo ancestral de los uros está instalado. En Perú, se localizan en la bahía de Puno.
Sobre las hierbas que brotan desde el fondo del lago los habitantes construyen sus cabañas de paja o 'totora', cada una de una sola habitación, pues cocinan al aire libre para evitar incendios.
El número de familias que ocupan cada isla peruana, de las 20 que habitan, oscila entre tres y diez. Sin embargo, los uros extendieron su territorio en 2007 hacia Bolivia con cuatro islas más.
5. LA CIUDAD SUBTERRÁNEA DE COOBER PEDY (AUSTRALIA)
La ciudad de Coober Pedy, situada al norte de Australia Meridional y que cuenta con 1.700 habitantes, es conocida por la abundancia de minas de mineral ópalo que se encuentran allí. Pero lo especial de la población es que vive bajo tierra, en antiguas minas rehabilitadas que les protegen de las altas temperaturas.
La comunidad se localiza al sur del desierto de Australia, donde se alcanzan los 51°C, lo que explica la ubicación de las casas, excavadas en la roca de la ladera y que cuentan con habitaciones, sala de estar, cocina y cuarto de baño.
Coober Pedy se fundó en 1915, pero fue en 1981 cuando un local construyó el primer hotel, convirtiéndose hoy en un lugar turístico, donde hay tiendas subterráneas, bares, museos e iglesias para visitar.