CARACAS, 28 Dic. (Notimérica)-
En varias zonas de Venezuela se han producido esta madrugada protestas debido a la escasez de alimentos típicos en las mesas durante las fiestas navideñas, así como de gas y agua.
En Caracas muchos vecinos han salido a la calle para reclamar el pernil (jamón), que el Gobierno les había prometido para completar sus menús navideños, y que nunca llegó.
Incluso el presidente de la República, Nicolás Maduro, se pronunció el pasado miércoles sobre la no llegada de los perniles con la caja del CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción), de la que dependen miles de familias, y acusó a Portugal de "sabotear" el envió de los jamones.
"Estaba listo, di la orden y firmé los pagos", afirmó Maduro sobre la compra de los perniles pero, "nos persiguieron las cuentas bancarias", se excusó el mandatario venezolano.
Los disturbios han tenido lugar durante toda la semana en zonas como Sucre de Caracas o Ciudad Bolívar. Este miércoles, en La Vega, los manifestantes tuvieron que ser dispersados con gases lacrimógenos.
Del mismo modo, en el estado de Bolívar, la carretera que va hacia la localidad de Upata fue cortada por los vecinos de los alrededores para reclamar agua y comida, y también protestaron porque los alimentos y juguetes que había prometido el CLAP de nuevo no llegaron.
Los problemas de abastecimiento de gas de uso doméstico así como de gasolina llevan provocando también fuertes críticas en numerosas poblaciones desde hace semanas. En estados como el de Mérida, los ciudadanos deben esperar unas cinco horas de fila para poder repostar. En otros como Barinas, Zulia, Lara o Táchira la situación de falta de combustible es ya crítica y está apunto de terminar incluso con el razonamiento.
Para el Gobierno de Maduro, la crisis económica que atraviesa el país se debe a "una guerra económica", orquestada desde los Estados Unidos, que busca su salida del poder. Sin embargo para la oposición, esta crisis es debida a la corrupción y a políticas económicas erróneas. Lo cierto es que, según los datos de la Asamblea Nacional, el país va a cerrar el año con una inflación superior al 2.000%.