WASHINGTON, 10 Jul. (Notimérica/EP) -
Los vecinos de la zona residencial de Hillandale, en Georgetown, tienen un reglamento en su comunidad que asegura la tranquilidad del lugar. Sin embargo, la entrada en este círculo de la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, ha perturbado su sistema establecido en 50 normas básicas de convivencia, con el ajetreo que rodea a su figura.
La llegada de Yellen, una de las autoridades más poderosas del mundo, ha alterado el ecosistema apartado en el que viven estas familias. Sus sistemas de seguridad provocan notorias molestias para las gentes acostumbradas a la monotonía.
Los de Hillandale acostumbran a vivir en paz y armonía bajo una serie de normas que prohíben las motocicletas, las rejas, algunos tonos cromáticos, especies de árbol o incluso la posesión de más de dos perros y gatos. Este es el acuerdo de preservación que vincula a todo aquel que pretende forma parte de la comunidad.
"La gente viene a vivir a Hillandale por la calidad de nuestra comunidad residencial y eso es algo que debemos mantener", explica la residente Sallie Forman.
Según los vecinos, los equipos de seguridad de Yellen irrumpen en el vecindario a toda velocidad por la calle sin salida en la que vive la funcionaria. Portando armas y cámaras. Además instauraron un 'campamento armado' junto a la casa lo que molestó a los vecinos aledaños que presentaron una serie de quejas que lo califican como "incómodo".
En la carta de los vecinos se concreta que los camiones pesan unos "3.175 kilos cada uno" y se estacionan "unos 22 minutos al día" cuando recogen a Yellen por las mañanas.
Además, uno de los camiones derramó un líquido en la calle, incumpliendo la normativa que prohíbe expresamente los derrames de líquidos de automóviles en las zonas comunes. Las manchas habrían quedado fijas.
Pero no solo les molesta el hecho de que un exceso de seguridad rodee la zona con sus arma a la vista. También que estos lleven uniformes azules con sus gorras que consideran "ridículos"; y que los componentes del grupo consuman comida basura.
El abogado internacional William Shawn, quien vive en la misma calle que los nuevos vecinos, se pregunta si realmente es necesaria tanta seguridad para proteger a una economista que no porta armas. Mientras que la Reserva Federal ha aclarado que Yellen recibe el mismo nivel de seguridad que sus antecesores.
Por ahora, la junta directiva de Hillandale no ha sancionado a la Fed, que tiene alquilada viviendas donde alberga a su cuerpo de seguridad. Las quejas no han trascendido. Esto, según algunas quejas exponen, puede deberse a que la presidenta de la junta, Cynthia Howar, es también la agente arrendadora, publica 'The Wall Street Journal'.
Shawn y su familia viven en la misma calle que los nuevos inquilinos armados. "Algunos vecinos dicen que es buenísimo por toda la seguridad que hay en el vecindario", indica. "Pero estos personajes sólo están aquí para cuidar a Janet Yellen. Ladrones, violadores u otros maleantes no los van a distraer".
Esta es la tragedia de un vecindario que incluye en su normativa que sus residentes deben elegir de una lista de colores aprobados para pintar sus puertas.
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