CARACAS, 29 Abr (Notimérica/Notimex)
La crisis política y económica que enfrenta Venezuela empuja cada día a más familias a salir a las calles a dedicarse a la mendicidad, ya que no pueden cubrir los requerimientos mínimos para alimentarse ni pagar los servicios básicos tras el incremento del desempleo.
Según medios locales, en muchas ocasiones lo que piden las personas no es dinero, sino alimentos que las ayuden a sobrevivir, ya que el Estado no da una respuesta a sus problemas.
El hambre y la probreza no discrimina a nadie y por ello es frecuente observar que cada vez más adultos, niños y adolescentes se ven obligados a dedicarse a la mendicidad con el fin de llevase algún alimento a la boca.
La agudización de la crisis empuja a la mendicidad a personas que hasta hace poco cumplían una actividad productiva. Esto ocurre en un contexto en el que ha crecido el número de venezolanos en pobreza, destaca el diario El Nacional.
Según las últimas cifras de la Encuesta Condiciones de Vida (Encovi), realizada por las universidades Central de Venezuela, Católica Andrés Bello y Simón Bolívar, ocho de cada 10 hogares del país no tienen recursos para adquirir los bienes mínimos.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe define la pobreza por ingresos como la insuficiencia de recursos monetarios para adquirir una canasta de consumo mínima aceptable socialmente.
En 2016 el 81.8 por ciento de los hogares venezolanos podía considerarse en esa situación, mientras que en 2017 la cifra aumentó a 87 por ciento, según la encuesta. De la población en esas condiciones, 56 por ciento calificaba como pobreza reciente, mientras que 30 por ciento se considera pobreza crónica, más difícil de superar.
Además, la misma Encovi señaló en su última medición que la tasa de desempleo se incrementó de 7.4 por ciento en 2016 a 9.0 por ciento en 2017, por lo que un poco más de 220 mil personas se quedaron sin trabajo en el último año.
Se estima que un trabajador requiere 50 salarios mínimo en estos momentos para cubrir la canasta básica alimentaria de 19.8 millones de bolívares, según cálculos de febrero del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores.
El sueldo mínimo y el bono de alimentación apenas suman 1.3 millones de bolívares. Un trabajador que gana salario básico más bono no puede proveer los alimentos necesarios para su familia, así que menos podrá hacerlo si está fuera del campo laboral. El bajo poder adquisitivo tampoco permite comprar medicinas, pagar servicios y mucho menos recrearse.