BOGOTÁ, 8 Feb. (Colprensa/Notimérica) -
El fallo del Consejo de Estado de Colombia ha restituido al científico Manuel Elkin Patarroyo el "derecho fundamental a la investigación científica" a fin de que continúe la búsqueda de la vacuna contra la malaria, anulando el fallo de 2013, que le suspendió el permiso para la caza de 4.000 monos nocturnos con fines de experimentales.
La reactivación del proyecto deberá ajutarse a recolectar sólo la especie autorizada, los micos Aotus vociferans, conocidos como monos aulladores en las investigaciones de Patarroyo, además de cumplir con los protocolos de manejo de los primates y otros relacionados con el seguimiento a los individuos que retornen a su medio, destacan entre las nuevas condiciones la normativa.
La facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia ha calificado de "histórico para la humanidad" el fallo del tribunal y, en un comunicado del Consejo Directivo, ha señalado que recibe la decisión de tutela "con beneplácito".
El fallo de tutela de la Sección Cuarta del Consejo de Estado en favor de Patarroyo deja sin efecto un auto anterior de la misma Corporación (Sección Tercera) que, en diciembre de 2013, suspendió su trabajo de investigación con el argumento de otorgar protección a "los derechos de los animales salvajes", en el caso concreto, de los monos 'Aotus vociferans'.
Ahora, Patarroyo ha retomado los derechos sobre el proyecto 'Captura y estudio de investigación científica en diversidad biológica de primates en la cuenca del río Amazonas en el trapecio amazónico colombiano'.
"A pesar de la fuerte oposición que ejercen grupos de defensores de animales en contra de la experimentación con nuevas terapias o drogas en el organismo de diferentes especies -dice el fallo-, sin lugar a duda aquellos grupos olvidan los adelantos que la medicina ha logrado en relación con enfermedades como el alzhéimer (...), progresos que no hubiesen sido posibles si previamente no se hubiere ensayado las nuevas sustancias o los nuevos tratamientos en diferentes especies", ha sentenciado el tribunal.
Agrega que en el caso concreto, "la utilización de los monos Aotus vociferans no es caprichosa o producto del simple querer de los investigadores", pues su sistema inmune es muy similar al de los seres humanos.
A juicio de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, el nuevo fallo "hace muy acertadas consideraciones sobre el uso de animales a lo largo de la historia de la investigación científica, y recuerda cómo la mayoría de los premios Nobel de Medicina a lo largo de la historia han empleado animales en sus investigaciones", ha afirmado el comunicado de la institución académica.
Destaca que, vacunas como las de poliomielitis, tétanos, tosferina viruela, difteria y medicamentos como penicilina, insulina y muchos más, "se han logrado gracias a la experimentación rigurosa llevada a cabo en animales".
El Consejo de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia reconoce la pertinencia de este fallo emitido por el Consejo de Estado y resalta el hecho "inédito" de que esta corporación "haya tenido la sabiduría de revisar y derogar sus propias decisiones, en un fallo que hace historia y representa un enorme beneficio para la humanidad entera".
El colombiano Patarroyo se ha dedicado durante más de 30 años al desarrollo de la vacuna contra la malaria y en 1986 donó una primera versión a la Organización Mundial de la Salud (OMS). En su catálogo de reconocimientos figuran: el Premio Príncipe de Asturias, el Premio Internacional Latinoamericano en Neumología Fernando D. Gómez y el León Bernard de la OMS, entre otros.
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