BOGOTÁ, 23 Dic. (Notimérica) -
Hace 30 años, un pequeño municipio del departamento de Tolima (Colombia) llamado Armero sufría una tragedia que conmocionó al mundo entero: la erupción del volcán Nevado del Ruiz, a unos 50 kilómetros, acababa con la vida de más de 25.000 personas y con 90 años de historia de esta región.
Difícilmente se puede olvidar el caso particular de Omayra Sánchez, la pequeña de 13 años que durante tres días luchó por sobrevivir sepultada por los escombros y a la que los equipos de rescate nunca pudieron salvar.
Pero, ¿qué pasó con los más de 2.000 armeritas que lograron sobrevivir a la catástrofe? La Fundación Armero, una organización sin ánimo de lucro, trata de ayudar a todos los que sobrevivieron a la furia del volcán Nevado del Ruiz a que se reencuentren con sus seres queridos. Más de 300 niños salieron vivos de aquella tragedia que, sin embargo, les separó de las manos de sus padres.
"Mi nombre es Lizeth Salinas. Fui adoptada tras la tragedia de Armero. Me llevaron a Murillo (Tolima). Si alguien sabe de mis verdaderas raíces, por favor comuníquese con la Fundación Armando Armero". "Mi nombre es Felipe Salama, soy sobreviviente de Armero. Cuando chiquito quedé como N.N. Me estoy haciendo la prueba de ADN para saber si algún día puedo encontrar algo".
Estos son algunas de las peticiones de ayuda, recogidas por el diario 'El Espectador', que ha recibido la fundación con el fin de poder volver a reunirse con su familia.
Doloroso es el caso de Martha Lucia Lopez, superviviente de aquel fatídico día que perdió a su hijo de cuatro años, Sergio Melendro López. Sin embargo, Martha cree que Sergio logró sobrevivir y, con ayuda de Francisco González, el creador de la Fundación Armero, comenzó la búsqueda.
Durante la labor, Martha recibió una llamada proveniente de supuestos funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en la que le dijeron que su hijo se encontraba en la sede de El Salitre (Bogotá), pero al llegar negaron que la hubiesen llamado. Más tarde descubrió que su hijo fue dado en adopción a una familia en Italia.
Casos como el del pequeño Sergio están recopilados en el 'Libro rojo', que durante años permaneció en el olvido en algún rincón de la sede del ICBF de Ibagué, en el departamento de Tolima.
Según explica Francisco González para el diario 'Vanguardia', el 'Libro Rojo' es el registro que llevaba el ICBF de Ibagué para consignar los datos de los niños de Armero que llegaron a esa Seccional: datos, fotos de estos niños, señales particulares, etc.
Ahora, el documento pertenece a la Fundación Armero y es una pieza fundamental para poder seguir el rastro de todos aquellos desaparecidos. Según González, dentro de las páginas hay mucha confusión. "Hemos visto firmas sin cédula y espacios donde se nota que fueron arrancadas fotografías. ¿Por qué? ¿De qué manera se entregaron los niños?".
Fotografías desaparecidas, folios arrancados, información falseada o de poca claridad, apenas exámenes de ADN... Según el fundador, tanto el Gobierno como ICBF no han puesto las cosas demasiado fáciles para completar la búsqueda de los desaparecidos.
Afortunadamente no es la única herramienta de la que dispone la organización. Otro archivo, conocido como 'Libro Blanco', recopila más de 200 historias, nombres, fotografías y datos de los niños desaparecidos hace 30 años.
Por último, existe el llamado 'Libro Verde' donde están registrados los niños de Armero que continúan buscando incesantemente a sus padres.
Cotejando los tres documentos es posible que todos los que sobrevivieron recuperen la vida que les robó el volcán Nevado del Ruiz hace 30 años.