ROMA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
El papa ha llamado a los jóvenes de la Amazonia a buscar sus raíces y no rendirse ante "el vértigo de un progreso mal entendido" durante un encuentro mantenido en el 'Hogar Principito', un proyecto social fundado en 1998 y que acoge a niños y adolescentes abandonados o con graves problemas familiares.
"Busquen sus raíces y, a la vez, abran los ojos a lo novedoso, sí... y hagan su propia síntesis. Devuélvannos al mundo lo que aprenden porque el mundo los necesita originales, como realmente son, no como imitaciones. Los necesitamos auténticos, jóvenes orgullosos de pertenecer a los pueblos amazónicos y que aportan a la humanidad una alternativa de vida verdadera", ha referido.
El proyecto que ha visito Francisco fue instituido por el religioso suizo Xavier Arbex en Puerto Maldonado (Perú), miembro y capellán de Frères Sans Frontières (hoy E-CHANGER), y que en los años 80 se identificó con la Teología de la Liberación.
En una nueva defensa de la naturaleza, ha observado que "los ríos que acogieron sus juegos y les regalaron comida hoy están enlodados, contaminados, muertos". Por ello, les ha instado a no conformarse "con lo que está pasando".
"No renuncien al legado de sus abuelos, no renuncien a su vida ni a sus sueños. Me gustaría estimularlos a que estudien; prepárense, aprovechen la oportunidad que tienen para formarse. El mundo los necesita a ustedes, jóvenes de los pueblos originarios, y los necesita tal y como son. ¡No se conformen con ser el vagón de cola de la sociedad, enganchados y dejándose llevar! Los necesitamos como motor, empujando. Escuchen a sus abuelos, valoren sus tradiciones, no frenen su curiosidad", ha exclamado.
A su juicio, es importante que los jóvenes de los pueblos originarios tengan un papel relevante en la sociedad y así lo ha puesto de manifiesto en varias ocasiones: "Pueden ayudar muchísimo con este reto, sobre todo enseñándonos un estilo de vida que se base en el cuidado y no en la destrucción de todo aquello que se oponga a nuestra avaricia".
"Perdonen las veces que los mayores no lo hacemos o que no les damos la importancia que se merecen. Sus miradas, sus vidas siempre exigen un mayor compromiso y trabajo para no volvernos ciegos o indiferentes ante tantos otros niños que sufren y pasan necesidad. Ustedes, sin lugar a dudas, son el tesoro más preciado que debemos cuidar", ha concluido.