ROMA 31 May. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha instado a los cristianos a dejar atrás la parálisis que provoca el "narcisismo", que se focaliza sólo el beneficio propio y es indiferente a los problemas de los demás, al tiempo que ha advertido que lo peor de esta crisis "sería desaprovecharla" y que el mundo salga de la pandemia más encerrado en sí mismo.
"El narcisismo, que lleva a la idolatría de sí mismo y a buscar sólo el propio beneficio. Y en esta pandemia que el mundo sufre, duele ver en la humanidad el narcisismo, gente que se preocupa de sus propias necesidades, que es indiferente a las de los demás, que no admite las propias fragilidades y errores", ha lamentado.
Francisco ha celebrado este domingo la misa de Pentecostés en la Capilla del Santísimo Sacramento de la Basílica de San Pedro del Vaticano, todavía sin presencia de fieles, debido a las medidas preventivas contra el coronavirus.
Durante su homilía, el Papa ha alertado también ha alertado contra dos actitudes enemigas del don del darse al otro: el victimismo y el pesimismo.
Así, ha dicho que el victimismo que ejerce quien "está siempre quejándose de los demás" es "muy peligroso". "Con respecto, en el drama que vive actualmente la humanidad, que grave es el victimismo --ha exclamado el Papa--, pensar que no hay nadie que nos entienda y sienta lo que vivimos" . Así, ha manifestado que el pesimista "arremete contra el mundo entero, pero permanece apático".
Asismimo, también ha arremetido contra los pesimistas que piensan que "no hay esperanza". El Papa ha lamentando que hoy haya "una carestía de esperanza" y ha reivindicado la valoración "del don de la vida". "Qué dañino es el pesimismo, ver todo negro y repetir que nada volverá a ser como antes", ha insistido.
Finalmente, ha llamado a la unidad al reivindicar la figura de los apóstoles que, aunque eran diversos entre ellos", formaron un solo pueblo. Así, ha invitado a los cristianos a caminar hacia la unidad "del pueblo de Dios, plasmado por el Espíritu". "La humanidad, dentro de las diferencias, alcanza la unidad por el Espíritu Santo, porque, el Espíritu Santo nos recuerda que, ante todo, somos hijos amados de Dios", ha concluido.