QUITO, 8 Jul. (Notimérica/EP) -
Este miércoles concluye la visita del Papa Francisco a Ecuador, antes de poner rumbo a Bolivia, donde estará los próximos tres días en las ciudades de El Alto, La Paz y Santa Cruz.
Por ello, antes de irse del primer país de su gira latinoamericana, que terminará el 13 de julio en Paraguay, se ha despedido con un discurso improvisado en el Santuario de El Quinche, en los alrededores de Quito.
"Tengo un discurso preparado, pero no tengo ganas de leer", ha indicado el Pontífice a los miles de fieles congregados en el santuario, situado a 40 kilómetros de la capital, en medio de los aplausos de los presentes, según informa la agencia oficial Andes.
Francisco ha elogiado el carácter de los ecuatorianos y su "gracia" durante toda su estancia. Que Dios "los siga bendiciendo con esa peculiaridad tan especial que yo noté desde el principio", ha señalado.
En su mensaje, dirigido sobre todo a religiosos, obispos y seminaristas, ha incidido en la importancia de agradecer lo que Dios les ha dado "gratis" y "no perder la memoria".
"Cuiden la salud, cuiden de no caer en una enfermedad, una enfermedad que es medio peligrosa (...) No caigan en el Alzeihmer espiritual, no pierdan la memoria, sobre todo la memoria de dónde me sacaron. No se olviden de dónde los sacaron, no renieguen las raíces", ha subrayado el Santo Padre.
En este punto, ha mostrado su lado más humano reconociendo que a veces él también siente "la tentación" de olvidarse de dónde viene. El encuentro ha concluido con un tango argentino.
EL PONTÍFICE PIDE ACABAR CON LA REPRESIÓN.
Durante su visita, el Papa Francisco ha pedido "diálogo" en Latinoamérica para acabar con la represión y merma de libertades, a la vez que ha opinado acerca de la actual situación de Ecuador, que "experimenta hoy profundos cambios sociales y culturales, nuevos retos que requieren la participación de todos los actores sociales".
Unas declaraciones que cobraron especial importancia en el país, donde durante las semanas previas a la llegada del Papa la oposición se lanzó a la calle para protestar contra el Gobierno de Rafael Correa.
Por su parte, el presidente Correa, quien se reunió también con el Pontífice, se sorprendió por la "vitalidad" del Santo Padre", tras una jornada que calificó como "extenuante".
RUMBO A BOLIVIA.
El Papa ha tomado ya rumbo a Bolivia a bordo de un avión de Boliviana de Aviación. En el aeropuerto de Quito le han despedido el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, junto a su esposa, Anne Malherbe; el vicepresidente, Jorge Glas; el canciller Ricardo Patiño y el alcalde de la capital, Mauricio Rodas.
Una vez aterrice en Bolivia, será recibido por el presidente de dicho Estado, Evo Morales, y le serán entregados dos presentes muy especiales: un bastón de mando de plata, de parte de la Gobernación de La Paz, y la llave de la ciudad de La Paz, por parte de la Alcaldía.