MÉXICO DF, 5 Dic. (Reuters/EP) -
La desaparición y posible masacre de 43 estudiantes en el sur de México ha dejado al descubierto las grietas en la estrategia de seguridad del Gobierno y el terror en el que viven pueblos enteros en el país, atrapados entre el crimen organizado y autoridades cómplices.
A continuación, una recopilación de los más sangrientos episodios de este tipo ocurridos en los últimos años. Los restos de la mayoría de las víctimas están aún sin identificar.
-En septiembre de este año, 43 estudiantes de una escuela rural de magisterio que participaban de una protesta fueron detenidos por policías municipales de Iguala y entregados a sicarios de un grupo del crimen organizado conocido como Guerreros Unidos, quienes los habrían asesinado y calcinado sus cuerpos, según varios detenidos.
El Gobierno recuperó algunos restos y los envió a un laboratorio especializado en Austria para tratar de identificarlos, mientras sus padres continúan buscándolos.
- En noviembre del 2013, en el municipio La Barca, en el occidental estado Jalisco, fueron hallados más de 60 cadáveres que podrían ser víctimas de enfrentamientos entre los cárteles rivales, los Caballeros Templarios y el cártel Jalisco Nueva Generación. Cerca de 20 policías locales están detenidos por su presunta participación en la masacre.
- En mayo del 2012, los troncos de 49 personas fueron dejados apilados en una carretera en el norteño estado Nuevo León. La matanza fue atribuida al cártel de Los Zetas, un grupo de desertores de fuerzas especiales del Ejército que fue el brazo armado del antiguo cártel del Golfo y que creció hasta convertirse en una de las peores amenazas a la seguridad del país.
- Un año antes, 193 cadáveres fueron hallados en dos ranchos de San Fernando, en el norteño estado Tamaulipas, cerca de la frontera con Estados Unidos. La mayoría de las víctimas eran inmigrantes centroamericanos o de otros estados de México que iban a Estados Unidos en autobuses de donde fueron bajados a la fuerza y asesinados, presuntamente por miembros de los Zetas.
- Entre abril y octubre del 2011, más de 330 restos humanos fueron hallados en fosas clandestinas en el estado Durango, controlado por el cártel de Sinaloa que es visto como una de las organizaciones del narcotráfico más poderosas del mundo. Solamente 33 de esos restos han sido identificados y muchos fueron enterrados nuevamente en una fosa común. Entre los cuerpos estaba el alcalde de un pequeño municipio, el de un ex diputado y dos de sus familiares.
- En abril del 2011, decenas de personas de apellidos Garza, Gaytán, Moreno y Villanueva habrían sido asesinadas en el poblado Los Cinco Manantiales, en el municipio de Allende, Coahuila, uno de los estados fronterizos y donde operaban los Zetas.
El entonces líder de la organización Miguel Ángel "el Z-40" Treviño, actualmente en prisión, habría ordenado la matanza para vengarse de dos de sus principales operadores que lo habrían traicionado en un asunto de venta de caballos, tráfico de cocaína a Estados Unidos y lavado de dinero. La masacre salió a la luz este año, cuando el cártel ya está debilitado.
- En agosto del 2010, 72 inmigrantes centroamericanos fueron asesinados en el primer ataque de este tipo por parte de los Zetas. La masacre fue supuestamente un aviso para los traficantes de personas acerca de que el cártel estaba tomando control de las rutas de inmigración y debían pagarles para utilizarlas.
- En junio del 2010 fueron halladas por primera vez fosas clandestinas masivas en las afueras de Taxco, un pueblo minero y turístico cerca de Iguala. Unos 55 cuerpos con los ojos vendados y las manos amarradas fueron hallados en una mina abandonada.