MADRID, 22 Ago. (Notimérica) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha una campaña de vacunación de emergencia en Kinshasa, capital de República Democrática del Congo (RDC), para detener la propagación de la fiebre amarilla en África y que pronto podría extenderse a América, Asia y Europa. El problema radica en que no hay vacunas suficientes para toda la población debido a la escasez de reservas.
La fiebre amarilla tiene un alto índice de mortalidad. Se transmite a través de la picadura del mosquito 'Aedes aegypti', que también es responsable del contagio del virus Zika. Los síntomas incluyen fiebre, jaquecas, ictericia, dolor muscular, náuseas, vómitos y fatiga. Algunas personas se recuperan en pocos días, pero una minoría se enferma de gravedad: sufren fallos multiorgánicos, sangran por los ojos y finalmente mueren.
En diciembre del año pasado, en Angola, surgió el rebrote del virus y ahora se estaría extendiendo hacia la RDC. Si la fiebre amarilla consigue llegar a Kinshasa, una ciudad con más de diez millones de habitantes, se teme que los mosquitos infectados puedan viajar más allá de la región central de África.
La campaña se produce en un momento en el que la OMS y sus socios están trabajando para frenar un brote de este virus que ha dejado más de 400 muertos y miles de contagios en RDC y Angola.
En Angola se han contabilizado 4.000 casos sospechosos de ser fiebre amarilla, de los cuales se han confirmado 879; la RDC ha contado 68 casos confirmados y más de 2.200 casos sospechosos, según 'El Diario'.
Desde enero se han aplicado casi 19 millones de dosis de la vacuna, pero solo quedan cinco millones en las reservas de emergencia. La vacuna tarda un año en fabricarse, así que incluso con los fabricantes trabajando a todo vapor, es muy complicado reponer las reservas a tiempo.
El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, dijo en conferencia de prensa que "el brote de fiebre amarilla ha llegado a zonas urbanas densas y a regiones fronterizas difíciles de alcanzar lo que hace que la planeación de la campaña de vacunación resulte especialmente compleja".
"Las campañas de vacunación de emergencia contra la fiebre amarilla ya han llegado a más de 13 millones de personas en Angola y a más de tres millones en RDC", dijo.
La agencia de salud de la ONU destacó que para esta campaña se requieren cerca de 17,3 millones de jeringas y 41.000 trabajadores de la salud y voluntarios.
La campaña en Kinshasa depende de la disponibilidad de las vacunas donadas por el Gobierno brasileño y fabricadas por Bio-Manguinhos, el Instituto de Tecnología Inmunobiológica, señaló la OMS.
En Iberoamérica, existen varias países preocupados por la transmisión de la fiebre amarilla como Brasil, Colombia, Bolivia, Costa Rica y Paraguay, con una alta probabilidad de contagio.
UNA VACUNACIÓN MENOS POTENTE
La OMS, a través de su grupo de consejeros estratégicos, está tramitando la realización del suministro de un quinto de la dosis normal de la vacuna conseguir vacunar al mayor número de personas posibles.
De este modo, el coordinador de la unidad de control de enfermedades epidémicas de la OMS, William Perea, indicó que "tenemos que ser muy cuidadosos al utilizar las vacunas ya que las reservas son muy pocas y tenemos que llegar a toda la población".