MÉXICO DF, 3 Nov. (Notimérica) -
Como marca la tradición, México DF ha amanecido este lunes, cuando se celebra el Día de Muertos, abarrotada de ofrendas que veneran a la muerte. Algunas espectaculares como la que cada año llena la plaza del Zócalo, el centro por excelencia de la capital, otras novedosas y cargadas de reivindicación como las que protagonizaron un grupo de prostitutas.
En honor a sus compañeras asesinadas, decenas de prostitutas de La Merced, un céntrico barrio de la capital, protagonizaron este sábado una ofrenda en la que reclamaban mayor seguridad para realizar su trabajo. Vestidas de catrina, la representación de la muerte, se manifestaron por el centro de la capital para repudiar la trata de personas y las violaciones de derechos humanos que se comenten contra quienes trabajan en este colectivo.
Pero, sin duda, la que ha gozado de un toque de espectacularidad es la que se ha organizado en el Zócalo de México DF, donde miles de curiosos han abarrotado a lo largo de este fin de semana esta céntrica plaza donde se pueden ver ofrendas de muertos de distintas regiones del país.
Los que este lunes han celebrado la muerte de una manera muy especial, han sido los habitantes de Zapotlanejo en Jalisco, quienes han logrado el Record Guinness a la catrina más grande del mundo. Con 18,7 metros de altura, esta representación de la muerte espera atraer a 50.000 visitantes hasta esta ciudad del oeste del país.
También las cárceles han amanecido este lunes con altares que veneran la muerte, y es que nadie en México puede perderse una celebración como ésta. El concurso interreclusorio que organizan las distintas prisiones del Distrito Federal ha permitido que más de 700 presos participasen en la elaboración de ofrendas.
Otra de las ofrendas que cada año acapara la atención de miles de ciudadanos de la capital es la que se organiza en el campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En ella se reivindican las tradiciones prehispánicas, ya que los alteres rinden tributo a las culturas maya, otomí, cora, tarahumara y mixteca, enrte otras.
También la cantante Lila Downs quiso hacer su particular altar de muertos en el concierto que ofreció la noche del domingo en el Auditorio Nacional. La ganadora de tres premios Grammy, cuyas canciones acerca la música tradicional mexicana, copó su actuación con catrinas y referencias a la muerte.
El escenario se convirtió en un gigantesco altar, en el que los músicos ocupaban los diferentes niveles que acostumbra a tener las ofrendas en México, mientras que la cantante ocupaba la base de esta pirámide, presidida por una pantalla en la que aparecían imágenes de los revolucionarios Emiliano Zapata y Vicente Guerrero o de tradiciones indígenas.