Actualizado 26/09/2017 11:07

Sobre los niños afectados por el sismo en México: "Algunos ni siquiera recuerdan sus propios nombres"

Members of the Doctor Clown AC group entertain a child who lost his home in an e
REUTERS / GINNETTE RIQUELME

   CIUDAD DE MÉXICO, 26 sep (Reuters/Notimérica)-

   En una simple nota ilustrada, Maximiliano, de 10 años, se despidió de su amigo y vecino Julián, quien murió cuando el edificio de viviendas de cinco pisos en el que vivía se derrumbó después del terremoto más mortal de México en una generación.

   "Para Julián, hermano, te quiero muchísimo, no te olvidaré", se lee en la carta escrita a mano de Maximiliano, adornada con dibujos de los dos y de su colapsado edificio. "Nos veremos en el cielo", agregaba.

   El sismo magnitud 7.1 del martes pasado dejó al menos 326 muertos en México y derribó decenas de edificios, incluyendo un colegio en la capital, lo que causó un golpe sicológico masivo que los especialistas dicen llevará tiempo superar.

   En algunos de los barrios más afectados de Ciudad de México, psicólogos y terapeutas han establecido tiendas para ofrecer un oído comprensivo a los traumatizados después de ver a sus amigos y familiares perecer bajos los escombros.

   Juan Astudillo, de 11 años, y su hermana Jimena Lora, de seis años, se sentían mal el martes por la mañana, dijo su madre, Nayeli Flores, por lo que les dio el día libre. Pero finalmente, Flores dijo que había tenido que dejarlos para irse a trabajar, y poco después de la 13.00 hora local la tragedia ocurrió.

   Los rescatistas encontraron los cuerpos de Julián y Jimena enterrados bajo los escombros de su antigua casa en el barrio de Tlalpan. Tratando de lidiar con la pérdida de Julián, Maximiliano ya ha hablado con sicólogos y le escribió a su amigo fallecido para tratar de hacerle frente a la pena.

   "Mis dos hijos (menores) eran amigos íntimos de los angelitos que se nos fueron, están muy afectados mis niños", dijo el padre de Maximiliano, Israel Carranza, quien ha estado durmiendo bajo una lona junto al edificio destruido.

   Enriqueta Ortuno, una psicoterapeuta de 57 años que ha estado trabajando con las víctimas del terremoto en la delegación Xochimilco, dijo que ella y sus colegas llevaron materiales de dibujo para tratar de sacar alguna respuesta de los enmudecidos niños.

   "Los niños están en crisis y no quieren hablar", explicó Ortuno, quien ha trabajado con menores de hasta dos años. "Algunos niños ni siquiera recuerdan sus propios nombres", agregó.

   Casi una semana después del terremoto muchos menores todavía no tienen escuelas donde asistir, porque solo 103 planteles que equivalen a alrededor de 1 por ciento del total de la capital estuvieron listas para reanudar clases tras ser certificados como estructuralmente seguros.

   En el fuertemente golpeado estado de Morelos, cerca del epicentro del terremoto, Verónica Dircio, de 34 años, dijo que sus hijos necesitaban apoyo emocional desesperadamente después de que perdieron su casa. "Necesitamos ayuda emocional para los niños, mi hijo desde ese día se cuida, tartamudea y tiene un brazo roto", dijo Dircio.

   Los empleados del Servicio Nacional de Salud montaron cinco tiendas de campaña en la Ciudad de México y en los estados vecinos, y para el domingo habían atendido a casi 1,200 personas. El lunes, filas de personas se formaron para solicitar ayuda. "La gente siguió viniendo, una tras otra (...) un montón de historias tristes y corazones rotos. Personas que se quedaron sin nada y que solo por tomarlas de la mano se sentían agradecidas", dijo la psicoterapeuta Alejandra Alcocer.

   El jefe de gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, dijo que se inició una campaña de salud para enfrentar posibles traumas y crisis emocionales, así como para orientar a las familias sobre cómo deben tratar a los niños tras el sismo.

   "Acá viene todo lo que es recomendable hacer: darles contención física, abrazarlos, explicarles en palabras sencillas lo que pasó, hacerles sentir que están seguros y acompañados, evitar exponerlos a videos e información que puedan aumentar su miedo (...)", agregó Mancera.

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