QUITO, 20 Abr. (Notimérica) -
El terremoto que ha sacudido Ecuador se ha cobrado, hasta el momento, 525 víctimas mortales, dejando miles de historias de miedo y desolación, ya que la mayor parte de las personas que han logrado sobrevivir han perdido familiares y amigos.
Además, los daños materiales que ha dejado el seísmo, de magnitud 7,8 grados en la escala de Richter, son irrecuperables y muchos de los habitantes de Pedernales, una de las localidades más afectadas, lo han perdido prácticamente todo.
Sin embargo, esta catástrofe también ha dejado relatos que bien podrían considerarse milagros, muchas personas sobrevivieron contra todo pronóstico, algunos de ellos aguantaron con vida durante horas bajo los escombros, otros consiguieron escapar de los derrumbes de edificios y otros tantos se refugiaron bajo mesas o camas y lograron salvar sus vidas.
Tras el terremoto, la gente se reúne en la calle con las pertenencias que han logrado salvar, muchos de ellos custodian lo poco que queda de lo que fueron sus hogares y se aferran a pequeños objetos con gran valor sentimental.
POR SEGUNDOS
Amarily Murillo, una vecina de 60 años del pueblo de Canoas, a 90 kilómetros de Pedernales, consiguió salvar su vida, la de su padre y la de su marido. Según ha contado a Univisión, "me levanté y me estaba tambaleando, y vi a mi padre y a mi marido debajo de la mesa, les dije que se levantaran y por suerte salimos segundos antes de que la casa se derrumbara".
En esta localidad el terremoto se ha cobrado más de una veintena de muertos, por su parte, Murillo se ha sentido aliviada de que se nieto se encontrara de vacaciones en Guayaquil cuando se produjo la catástrofe.
En Pedernales, Fabián Párraga, de 26 años, contó al diario 'El Telégrafo', que logró salvarse "por segundos", antes de que el terremoto comenzara, salió de su casa para comprobar si su madre estaba bien, y en ese momento, el edificio se desplomó.
A pesar de haberse salvado, el joven comenta que "perdimos todo, como me ve solo tengo el pantalón con el que estoy, todo está enterrado".
GRACIAS A UNA MESA
Ante esto, el presidente Rafael Correa ha manifestado que esta situación no es permanente, y que hay disponibles refugios para todos aquellos que han perdido sus viviendas. Sin embargo, todavía se necesitarán como mínimo ocho meses para que puedan recuperar sus casas, "porque hay que derrumbar esas estructuras que están en mal estado", añadió el mandatario.
Este es el caso de Mari Chancusig, que solía sacar una silla a la calle para sentarse delante de la casa que habitó durante 23 años y de la que hoy no quedan más que escombros, pero gracias a la mesa del comedor bajo la que se escondieron ella y sus familiares, cuando inició el seísmo, consiguieron salvar sus vidas.
BAJO LOS ESCOMBROS
En la localidad de San Pablo de Manta, en la provincia de Manabí, una de las más devastadas por el terremoto, los equipos de rescate lograron salvar a cinco personas, de las cuales dos eran niños, que quedaron atrapados bajo los escombros del Hotel Umiña durante ocho horas.
Otro de los rescates milagrosos fue el de una niña que quedó atrapada bajo los restos de un edificio, en Pedernales, durante 20 horas, hasta que fue trasladada al estadio Máximo Puertas, donde ha sido atendida con graves heridas.
Según informó el padre de la menor, Emanuel Sisa, tras el seísmo, nueve miembros de su familia quedaron atrapados, de ellos únicamente cuatro han sobrevivido, a pesar de encontrarse en estado crítico.
FUTBOLISTAS PARAGUAYOS
Tres futbolistas paraguayos, jugadores del Manta Fútbol Club, consiguieron salvar sus vidas al desplomarse el edificio en el que se encontraban en Manta Pese a ello, Paolo Ortiz, Iván Villalba y Diego Vázquez perdieron todas sus pertenencias.
Según ha contado Ortiz en una entrevista con Radio ABC Cardinal de Paraguay, "fue terrible, veía autos que eran tragados por la tierra, solo rogaba a Dios que pasara. Veo mi departamento desplomado, las ganas de llorar me agarraron".
Por su parte, el delantero Vázquez contó que "fue un momento muy difícil, tratamos de bajar, yo agarré a una criatura e Iván agarró a otra, nos cogió desprevenidos. En lo personal quiero volver a Paraguay lo antes posible, en Manta no hay agua, no hay luz".
FUGA DE PRESOS
El centro penitenciario de El Rodeo Portoviejo sufrió grandes daños y derrumbes, lo que provocó que cien presos consiguieran salvar sus vidas y aprovechasen la catástrofe para fugarse de la cárcel.
No obstante, según recoge 'El Heraldo', la ministra de Justicia, Ledy Zúñiga ha informado de que 30 reos han sido detenidos en los alrededores de la prisión y algunos de los que se fugaron, sorprendentemente, volvieron al penitenciario por su propio pie.