CIUDAD DE MÉXICO, 31 May. (Notimérica) -
La igualdad ha sido una preocupación constante en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Los análisis que la CEPAL ha llevado a cabo sobre el desarrollo económico y social han señalado que las economías latinoamericanas y caribeñas, históricamente, se han caracterizado por la presencia de una marcada heterogeneidad estructural. Ésta se debe en gran medida a los altos niveles de desigualdad social, muy comunes en la región.
El caso que más preocupa es el de México, país que al inicio de la actual administración aprobó reformas estructurales para mejorar la condición de la población, las cuales aún no tienen el impacto esperado. Esto se debe, según indica la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, a la mala distribución de las riquezas, las cuales alcanzan una cifra muy alta en el país.
Entre 2003 y 2014 la economía mexicana creció un promedio anual del 2,6 por ciento. Sin embargo, la riqueza alcanzó un crecimiento del 7,9 por ciento en el mismo período. Esto significa que las fortunas en México se duplicaron, puesto que el 1 por ciento de las familias del país concentran más de un tercio de 28 billones de pesos en México.
De acuerdo con el informe 'Panorama Social de América Latina 2016', pocas empresas en México concentran la propiedad de activos físicos, por lo que el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad de ingresos, es elevado.
Según el citado informe, presentado este martes por CEPAL, México también se destaca por la desigualdad en el tiempo que invierten mujeres y hombres en actividades domésticas no remuneradas.
Por ello, Bárcena afirmó que las reformas estructurales deben acompañarse de reformas sociales de mayor alcance, como la universalización de la protección social a lo largo del ciclo de vida y la aprobación de un ingreso básico ciudadano.
NIVELES REGIONALES
La reducción de la desigualdad en la asignación de ingresos en América Latina disminuyó en los últimos años, siendo un obstáculo en el desarrollo sostenible de la región, avisa el documento.
A pesar de que entre 2008 y 2015 la desigualdad disminuyó en la región gracias a que algunos países implementaron objetivos para el desarrollo social, aún existe un ritmo poco eficiente entre 2012 y 2015 y los niveles son muy elevados como para alcanzar un desarrollo sostenible.
Para Bárcena, la desigualdad en América Latina se manifiesta por reincidir en acciones que no favorecen su desarrollo.
Finalmente, lo que se busca con la reducción de la pobreza es mejorar los ingresos laborales de los sectores menos favorecidos, pero aún queda mucho por hacer para que existan mejoras equitativas entre el capital y el trabajo.