Actualizado 18/10/2014 18:36

México, un país en el que se suceden las matanzas de estudiantes

Students and people from civil organizations take part in a march marking the 46
Foto: HENRY ROMERO / REUTERS

MÉXICO DF, 18 Oct. (Notimérica/EP) -

   La desaparición, el pasado 26 de septiembre, de 43 normalistas ha conmocionado a los mexicanos, que están hartos del clima de violencia que lleva instalado en el país desde hace décadas. Y es que, la matanza de Iguala recuerda a otros asesinatos en masa contra estudiantes, como el ocurrido en Tlatelolco el 2 de octubre en 1968 y que cada año miles de manifestantes recuerdan, cumpliendo con la promesa que en su día hicieron los compañeros de estos universitarios de no olvidar este crimen, cometido días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos en México.

   "Es todo el país el que se desangra con tanta represión, con tantos desaparecidos", aseguraba indignado al portal Notimérica.com, un manifestante durante la marcha que el pasado 9 de octubre recorrió las calles de la capital del país, para reclamar justicia por los estudiantes asesinados de Ayotzinapa.

   Fueron muchos los mexicanos que salieron a la calle para decir basta y reclamar justicia, no solo para Ayotzinapa, sino para los líderes de numerosos movimientos estudiantiles que, a lo largo de los años, han sido asesinados y cuyos crímenes han quedado impunes y, en muchos casos, completamente borrados de la memoria colectiva.

   "Estoy sumamente dolida por la situación de México y considero que nuestro país está atravesando una crisis profunda de valores, de justicia, de derechos humanos. Lo que sucedió en Iguala representa lo que está sucediendo con la juventud de México. No solamente es asesinada, sino que además no tiene esperanzas", aseguraba con rabia otra manifestante.

   Por desgracia, el fenómeno no es nuevo y desde hace décadas, se cuentan por decenas los asesinatos cometidos contra aquellos estudiantes que deciden alzar la voz, salir a la calle y romper con esa monótona tensa calma, en la que se desarrolla todo en México.

   Líderes de movimientos estudiantiles, cuyos actos de resistencia cívica incomodaron más de lo oportuno al poder. Políticos, narcotraficantes o policías insubordinados son algunos de los responsables de estas matanzas, con las que se pretendía acallar a golpe de pistola, las protestas que protagonizaron.

   Y si entre todas ellas, hay una conocida y sangrienta, esa es la de Tlatelolco. Todavía hoy sigue generando rabia e indignación esta cruel masacre que evidenció la forma de funcionar de un país, que acumula indignantes cifras de crímenes sin resolver.

   Era un 2 de octubre de 1968, cuando decenas de estudiantes de diversas universidades de Ciudad de México fueron asesinados en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, mientras realizaban una manifestación que pretendía llamar la atención sobre la falta de calidad del sistema educativo mexicano.

   Una matanza, de la que se desconoce el numero de asesinados, y que fue cometida por el ejército y un grupo paramilitar. Trataban así de acallar la protesta de estos estudiantes que duraba ya 146 días y que tenía eco internacional, ya que el mundo dirigía su mirada hacia México, ante la celebración de los juegos olímpicos.

   Hasta de 120 muertos se habló en la matanza del Jueves de Corpus, cometida el 10 de junio de 1971, día de la festividad del Corpu Christi, y que también recibe el nombre de 'El Halconazo', haciendo referencia al nombre popular que recibía el grupo de militares que la cometió.

   Procedentes de la Brigada de Fusileros Paracaidistas del Ejército, estos militares masacraron en México D. F. a los estudiantes que se manifestaban en apoyo de sus compañeros de Monterrey, quienes querían echar atrás la nueva ley educativa que había implantado el Gobierno.

   La desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa, no es la única matanza que se ha cometido contra esta Escuela Rural Normal de esta localidad del estado de Guerrero. En diciembre de 2011, dos estudiantes de esta misma escuela morían a manos de la policía, tras un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, que querían evitar el corte de la Autopista del Sol que estaban realizando los normalistas.

   Entonces, reclamaban la destitución del que fuera director de la Normal Napoleón Anaya del Carmen, para que fuese reemplazado por Eugenio Hernández. Una manifestación que terminó en tragedia y que provocó 50 detenidos, además de numerosos heridos graves y varios desaparecidos.

   El estado de Guerrero volvió a lamentar la muerte de estudiantes en 1960, cuando el ejército federal asesinó a una veintena de manifestantes en la capital, Chilpancingo. Trataban de acallar a balazos el movimiento de protesta que quería derribar el gobierno del general Raúl Caballero Aburto.

   Hartos del autoritarismo de este gobernador, numerosos guerrenses se unieron a la protesta estudiantil que en un principio reclamaba la autonomía de la Universidad de Guerrero y que se acabó convirtiendo en un movimiento popular que pretendía acabar con el despotismo del general.

   Todas ellas son matanzas que tratan de acallar protestas ciudadanas, imponiendo el miedo sobre aquellos que reclaman un México distinto. A pesar de que, en muchos casos, estos asesinatos en masa quedaron impunes, son muchos los mexicanos que prefieren no olvidar y seguir reclamando justicia para acabar, de una vez por todas, con el clima de inseguridad que vive el país.

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