MÉXICO DF, 1 Nov. (Notimérica) -
Cada 1 y 2 de noviembre, los difuntos dejan el mundo de los muertos y bajan a la tierra para reunirse con sus seres queridos. Esto es al menos lo que dice la tradición mexicana sobre el Día de Muertos, una fecha en la que los cementerios se llenan de vida, música y color, ante las celebraciones que la familias realizan en torno a las tumbas de sus seres queridos.
"En sus orígenes, se consideraba que los difuntos, cada año tenían dos días de permiso para regresar a la tierra y estar nuevamente con nosotros. Se organiza por tanto una fiesta, como cuando alguien viene de visita y queremos transmitirle la alegría que nos produce su llegada", ha destacado le jefa de Colecciones del Museo de Culturas Populares de México, Amparo Rincón, en una entrevista para Notimérica.com
Museos, escuelas, universidades y un sinfín de instituciones colocan altares en los que honrar a la muerte y que acostumbran a estar repletos de calaveras, comida y bebida, además de las flores de cempasuchitl, típicas de estas fechas.
Así ocurre en la universidad Tec de Monterrey, una de las más importante del país, donde varias asociaciones de estudiantes se unen para elaborar un altar formado por calaveras cargadas de modernidad y arte, ya que son diseñadas por artistas y estudiantes.
"El altar es una tradición mexicana y en él principalmente se suele poner lo que le gusta al muerto al que se honra. Él nuestro compuesto por veladoras, jarras de barro, flores de cempasuchitl y las más de 40 calaveras que han sido diseñadas", ha asegurado Iván Guzmán, presidente de la Asociación de Fomento al Arte y la Cultura en México (AFACME) del Tec de Monterrey, que dirige el montaje del altar.
Es también un día en el que reunirse en familia probar típicos platos mexicanos y honrar la memoria de quienes abandonaron este mundo. De hecho, es habitual que se cocinen aquellas comidas que más les gustaban a quienes fallecieron, y es que, según marca la tradición, el olor de los alimentos atrae a los muertos.
"Desde el altar hasta la puerta de la casa se acostumbra a crear un camino de pétalos de cempasuchitl porque se cree que así se ilumina el camino y guía a los muertos hasta su ofrenda", ha señalado Guzmán.
Se trata de un día en el que los muertos están presentes, los cementerios se despiertan rodeados de felicidad y el recuerdo a los seres queridos se convierte en un sentimiento de alegría. Celebración y fiesta para recordar a quienes se fueron, honrar su memoria y, en definitiva, venerar la vida.
"Todas las tradiciones que se celebran en México son importante pero justamente la celebración del día de muertos es la que define a este país en muchos sentidos, porque no hay otro lugar en el mundo que viva la muerte como lo hacen los mexicanos, como una gran fiesta. (...) Para nosotros, el 1 y 2 de noviembre es un rencuentro con los seres queridos, son días de celebración y no de dolor", ha asegurado Josefina García, directora de Colecciones y Servicios Educativos del Museo Dolores Olmedo.
De hecho, este museo junto a otros como el de Frida Kahlo, el Anahuacalli de Diego Rivera o el Dolores Olmedo hacen durante este 1 y 2 de noviembre su propia celebración de este día con altares cargados de arte e innovación, así como de tradición.