MÉXICO DF, 1 Dic. (Notimérica) -
"La desintegración social y política que estamos viviendo en México tiene sus raíces en una larga informalidad y en la pérdida de consistencia de las relaciones legales en la gestión de la vida social".
Así lo ha afirmado el investigador argentino-mexicano Néstor García Canclini, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2014 en la categoría de historia, ciencias sociales y filosofía.
El investigador sostiene que la corrupción es la manifestación más visible de esta realidad, "nutrida por el desempleo crónico y un sistema económico que incita a sobrevivir a través de trabajos y arreglos informales".
Y como este proceso ha ido agudizándose --dice-- sus expresiones más vastas e inquietantes se ven en las generaciones jóvenes, según se registra en estudios como los de Rossana Reguillo y el libro 'Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales' que coordinó con Francisco Cruces y Maritza Urteaga.
García Canclini agregó en su reflexión que la ingobernabilidad que vive el país es cultivada no solo como un fenómeno que se le ha escapado a las actuales autoridades, también ha sido promovida por la corrupción y los conflictos cargados de ilegalidades que atraviesan a todos los partidos políticos.
"Ha sido un proceso histórico y fomentado, en parte, desde los organismos responsables del orden y gestión de la vida pública, igualmente por las empresas", dijo poniendo como ejemplo el caso de la empresa Oceanografía. También mencionó a los bancos "que incurren en irregularidades constantes y extendidas".
"Hay una tolerancia, por usar una palabra suave, a los procesos de descomposición e ilegalidad en la gestión de la vida social que existen en el conjunto de la sociedad, en todo el país y en todos los estratos", sostiene.
El académico de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa reconoció no obstante, que hay políticos "decentes", muchos profesionales y personas comunes que realizan actividades dignas y honestas aun cuando existe una descomposición muy extendida del tejido social.
La corrupción, aseguró el integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, es un fenómeno complejo que tiene múltiples causas, no es sólo una cuestión moral o cultural, por tanto, no se explica únicamente desde estos ángulos, también tiene que ver "con un procesamiento complaciente de la informalidad y las irregularidades al gestionar la vida social".
Mencionó que este curso de descomposición se observa en América Latina y Europa, así como en Estados Unidos, que "no podría ser el país con más consumidores de drogas si no hubiera organizaciones mafiosas que están operando con la complacencia y/o la complicidad de autoridades", aseveró.
Néstor García Canclini resaltó en ese sentido que en los estudios antropológicos y sociológicos sobre la cultura y las comunicaciones se han hallado procesos de monopolización de las comunicaciones, de desigualdad en el acceso a bienes culturales, gestiones informales e irregulares de la vida social y cultural; desorganización y deficiencia grave en los procesos educativos, entre otros.
"Las decepcionantes reformas a las Leyes de Comunicación y Educación permiten que se reproduzcan los monopolios, la desigualdad y los fracasos del sistema escolar", afirma.
Con la experiencia de una larga trayectoria, el investigador considera difícil hacer propuestas ante la crisis de descomposición social que vive el país, porque este escenario tiene que ver con problemas "multideterminados o multicausados", razón por la cual no se puede dar una solución desde una sola perspectiva o desde modelos alternativos aislados.
Para ello recomienda pasar de los ataques a los síntomas, como la violencia, a buscar la superación de las fallas estructurales mediante la gobernabilidad democrática.
"Hemos hablado del fracaso de todos los partidos políticos en México, de la falta de regulación de los mercados de trabajo, de la escasísima creación de nuevos empleos en comparación con el crecimiento demográfico y de las necesidades insatisfechas de la población que se van acumulando generación tras generación. El modelo de capitalismo y de modernidad que hemos seguido ha fracasado, no ha permitido atender esas necesidades sociales y eso va agravando el malestar y la búsqueda de salidas irregulares para sobrevivir", subraya.
El investigador apunta que las aportaciones que se pueden hacer desde una perspectiva sociocultural serían buscar una rehabilitación de la escena pública y trabajar en una recomposición del tejido social, en parte recuperando una cierta concepción del estado de bienestar que México tuvo en otra época, y rehaciendo políticas culturales con sentido público, no solo empresarial, que atiendan las necesidades de información, entretenimiento y comunicación de todos los sectores sociales.