CIUDAD DE MÉXICO, 24 Feb. (Notimérica) -
Precisamente cuando México celebra el Día de la Bandera, donde su escudo representa la leyenda de la fundación de una de las naciones más grandes de América, se ha conocido --dos siglos después-- que éste contiene un error. El estudio, 'La flora del escudo nacional mexicano' ha descubierto que los laureles del escudo no "existen en la naturaleza".
El escudo mexicano está compuesto, además de su águila y serpiente, por dos imágenes que representan la flora, un nopal en flor y una corona compuesta por encinos y laureles. El estudio específica que "la rama que debería ser el laurel muestra las hojas verticiladas --tres hojas creciendo al mismo nivel-- y no alternas como las tiene las especie". En la naturaleza la familia Lauraceae se caracteriza por sus hojas alternas que crecen a los lados del tallo.
Las autoras del estudio, María Aguilar, Carmen Pérez y Socorro Pérez coinciden que el error se remonta a 1823. El Congreso Federalista de esa época emitió un 'Peso de Victoria', una moneda de uso comercial con el grabado del incipiente escudo que se conoce a día de hoy. El grabado fue retomado en 1934 por el Gobierno de Abelardo Rodríguez y en 1950 se convirtió en la imagen representativa de la nación mexicana.
LA LEYENDA
Los indígenas de Aztlán emigraron del norte del territorio mesoamericano por ordenes del dios del sol, Huitzilopochtli. La deidad les dijo a los mexicanos que en el lugar en donde se encontrase un águila sobre una planta de nopal, sería donde se fundaría el imperio más poderoso de la época.
Los mexicanos obedeciendo la orden, erraron por mesoamérica hasta llegar al lago de Texcoco. En un islote, al centro del lago, un águila estaba posada sobre un nopal devorando a una serpiente. El pueblo, al encontrar la imagen que la deidad les había ordenado, se asentó allí y fundó la gran Tenochtitlán.
Gracias a su ubicación y acceso al agua, la ciudad se convirtió en la más grande de Mesoamérica y llegó a dominar casi todo el territorio del sur de América. Se construyeron más de 70 templos y edificaciones sobre el lago que fueron posteriormente destruidos por los conquistadores españoles.
Debido a esta leyenda el escudo de México posee un águila posada sobre un nopal en flor devorando a una serpiente. El nopal crece sobre una roca rodeada de agua en representación del lago de Texcoco, y toda la imagen está rodeada por una corona de encina y laurel como representaciones de la República.