QUITO, 2 Ago. (Notimérica) -
Uno de los acontecimientos más relevantes en la independencia iberoamericana es el motín ciudadano realizado en Quito en 1810. Tres grupos de patriotas asaltaron los cuarteles de la capital ecuatoriana para liberar a los cabecillas, posteriormente líderes del primer gobierno ejecutivo de Ecuador.
En 1809 se formó la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito, la cual inició el proceso revolucionario de Ecuador tras echar del poder al presidente de la Real Audiencia, el conde Ruíz de Castilla. Los próceres de esta nueva junta informaron a los gobernadores españoles de su iniciativa en la región, haciendo que éstos ordenaran al Ejército realista acabar con la rebelión y mandaran varias tropas a la capital.
La Junta de Gobierno no logró detener el avance enemigo y tuvieron que recurrir a Ruíz de Castilla, quién ofreció su ayuda para detener aquella situación. Se le devolvió el control de Quito y prometió no tomar represalias contra ninguno de los cabecillas. Pero no solo volvió a imponer la Real Audiencia de Quito, sino que persiguió y encarceló todos los rebeldes.
Durante el gobierno de Ruíz Castilla los colaboradores de la revuelta fueron perseguidos y amenazados, atemorizando con la pena de muerte a la población que escondiera a cualquier fugitivo. Al final, el Gobierno mandó un informe al virrey de Santa Fe informando de lo ocurrido con la intención de que fuera él quien dictara la sentencia de muerte de los revolucionarios.
Los patriotas quiteños estaban cada vez más preocupados por los encarcelados debido a los rumores que corrían sobre los asesinatos y las torturas perpetrados en las prisiones, por ello decidieron trazar un plan para liberar a todos los prisioneros.
Se pactó un ataque simultaneo al Cuartel Real de Lima, el Cuartel de Santa Fe y a lugar conocido como El Presidio. Se planeó que el asalto fuera el día 2 de agosto de 1810, hace hoy 207 años, siendo el repique de las campanas el que daría la señal de inicio del rescate de los prisioneros.
Por la tarde resonaron las campanas y se dio comienzo a la operación. Los dos primeros asaltos fueron exitosos, pero el grupo encargado del ataque al Presidio tardó en empezar, dando tiempo suficiente a que el Ejército realista atacara. En la lucha murieron la mayor parte de los líderes de la revuelta del 10 de agosto de 1809 junto a los hombres que intentaron salvarles.
La lucha se extendió a las calles, donde no solo murieron soldados y rebeldes sino también civiles. Al finalizar el conflicto se contaban más de 300 cuerpos entre ambos bandos. Esta matanza tuvo una gran repercusión por toda Iberoamérica y fue un acontecimiento muy importante en la independencia del continente de la corona española.
En Venezuela se organizó un motín para expulsar a los españoles en 1810, mientras que en Colombia todos los diarios hablaban de la masacre y recriminaban las acciones emprendidas por Ruíz de Castilla. Además, fue el desencadenante para las llamadas 'guerras a muerte' encabezadas por Simón Bolívar en Nueva Granada y Venezuela.