MADRID, 30 Ago. (Notimérica/EP) -
Casi todos los recuerdos que posee una persona están asociados a algún tipo de emoción, ya sea positiva o negativa. Un nuevo estudio llevado a cabo por neurocientíficos del Instituto Tecnológico de Massachusetts ha revelado el circuito cerebral que controla cómo los recuerdos se vinculan con los sentimientos.
Los investigadores han descubierto que se puede revertir la asociación emocional de recuerdos específicos mediante la manipulación de las neuronas mediante la optogenética, una técnica que utiliza la luz para controlar la actividad de estas células del cerebro, tal y como explica la agencia Sinc.
Los resultados han demostrado que un circuito neuronal que conecta el hipocampo y la amígdala desempeña un papel crítico en dicha asociación de la emoción con la memoria. Para los autores, este circuito daría lugar a nuevos medicamentos para tratar, entre otros, el estrés postraumático. "En el futuro se podrían desarrollar métodos que ayuden a la gente a recordar momentos positivos con más fuerza que los negativos", explica el investigador del MIT y autor principal del artículo, Susumu Tonegawa.
Los recuerdos están hechos de muchos elementos, que se almacenan en diferentes partes del cerebro. Según los expertos, el contexto de una memoria se almacena en las células del hipocampo, mientras que las emociones vinculadas se encuentran en la amígdala.
¿CÓMO CAMBIAR LOS RECUERDOS?
Para modificar los recuerdos, los investigadores etiquetaron las células del hipocampo activas durante la formación del recuerdo con una proteína sensible a la luz llamada canalrodopsina. A partir de entonces, cada vez que esas células se activaban con la luz, los ratones se acordaban del recuerdo codificado por ese grupo de células.
Los expertos primero etiquetaron las neuronas asociadas con una experiencia gratificante (para los ratones machos, socializar con un ratón femenino) o una experiencia desagradable (un choque eléctrico leve). En este primer conjunto de experimentos, los investigadores etiquetaron células de memoria en una parte del hipocampo llamada giro dentado.
Dos días más tarde, los ratones fueron colocados en un gran depósito rectangular de arena con dos zonas. Durante tres minutos, los investigadores registraron qué mitad de la arena preferían los ratones.
Entonces, para los ratones que habían recibido el condicionamiento del miedo, los investigadores estimularon las células marcadas con luz en el giro dentado cada vez que el ratón entraba en su lado preferido. Los roedores pronto comenzaron a evitar esa zona, lo que demuestra que la reactivación de la memoria del miedo había tenido éxito.
De la misma forma, la memoria de la recompensa también podía ser reactivada. Así, los ratones que eran estimulados positivamente comenzaron a pasar más tiempo allí al recordar el grato recuerdo.
Un par de días más tarde, los investigadores trataron de revertir las respuestas emocionales de los ratones. Para los que recibieron originalmente el condicionamiento del miedo, se activaron las células de memoria que participan en dicho recuerdo con la luz durante 12 minutos, mientras los ratones pasaban tiempo con los ratones hembra. Para los ratones que habían recibido inicialmente la recompensa, las células de memoria se activaron mientras recibían descargas eléctricas leves.