ASUNCIÓN, 26 Jun. (Notimérica) -
La madre de Mainumby, la niña de 10 años embarazada tras presuntamente ser violada por su padrastro en Paraguay, ha hablado con los medios de comunicación por primera vez desde que saliera a la luz el escándalo y tras permanecer dos meses en prisión, alegando que ve bien a la niña y que "está feliz".
"Me acusaron injustamente. Yo fui la que denunció todo esto, pidiendo justicia a ver si se hacía algo, pero la Fiscalía desestimó esto. Sino, no hubiera pasado", dijo la mujer de la cual no se ha publicado el nombre para proteger a la menor.
En una entrevista para 'CNN en español', la madre de la pequeña insistió en que fue ella la que denunció en noviembre de 2013 ante la Fiscalía los presuntos abusos sexuales que recibía su hija por parte de su expareja.
Después de pasar dos meses en prisión por faltar al deber de cuidar a su hija y por su presunta complicidad con el violador, la mujer fue a ver a su hija asegurando que la niña, embarazada ya de siete meses y medio, está feliz. "Ella está feliz, yo la veo bien. Los doctores me dicen que está bien".
El embarazo de la niña de 10 años sacudió conciencias en Paraguay, un país donde el aborto solo es legal si la vida de la gestante corre peligro. Por su parte, el gobierno de Paraguay ha asegurado que ha hecho lo correcto para "evitar la impunidad" y ha garantizado "la vida e integridad" tanto de la pequeña como del bebé.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exigió la semana pasada al Gobierno de Paraguay que protegiese la vida de la pequeña. Además, argumentó que su vida corre peligro ya que la probabilidad de que muera durante el parto es cuatro veces mayor que la de un adulto. "Está en una situación grave, toda vez que su vida, salud e integridad personal estarían amenazadas", denunció.
Según el Ministerio paraguayo, el Estado habría actuado de esta forma de acuerdo al Artículo 4 de la Constitución, el cual "garantiza la protección de la vida desde el momento de la concepción", según se desprende del comunicado.