SANTIAGO, 10 Dic. (Notimérica) -
Lucía Hiriart, la viuda del difunto dictador chileno, Augusto Pinochet, cumple este sábado 94 años. La primera dama de Chile comparecerá el próximo miércoles ante el ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, quien encabeza la indagatoria en el caso de evasión tributaria por el que se le procesó en 2005.
Ese mismo año, el Servicio de Impuestos Internos se querelló en su contra acusándola de complicidad en el delito de evasión tributaria --por un coste de 2,35 millones de dólares-- en el marco del Caso Riggs, siendo procesada por dicha causa. Hiriart estuvo en prisión preventiva durante un día y finalmente, los tribunales le revocaron los procesamientos en enero de 2007. Meses más tarde, el 4 de octubre de ese mismo año solicitaron su arresto junto a sus cinco hijos otras 17 personas por el delito de malversación de fondos públicos.
El nacimiento de Hiriart coincide con la muerte de su exmarido, de la que este sábado se cumplen diez años. Diez años de la muerte del dictador que acabó con la vida de 40.000 personas en el Régimen Militar que vivió Chile entre 1973 y 1990.
A esta escalofriante cifra se suman los otros 200.000 chilenos que se vieron obligados a dejar sus hogares por miedo al régimen, que limitaba las libertades de una sociedad acostumbrada a vivir con un Gobierno democrático.
"Creo que ningún suceso político, desde el nacimiento de Chile a la vida independiente, tendrá tanta trascendencia como el 11 de septiembre", aseguró Pinochet, haciendo referencia al golpe de Estado que le llevaría a lo más alto del poder.
LA EXTRAVAGANTE LUCÍA HIRIART
Hiriart nació en Antofagasta, Chile, hasta que se mudó a Santiago cuando tenía diez años. Famosa por ser una mujer fuerte y dominante, confidente y mano derecha de su marido, Hiriart habría sido, en palabras del propio Pinochet, una de las personas que más influyeron en su decisión de liderar el golpe de Estado contra el presidente chileno, Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973.
Hay episodios políticos en los que ella influyó, como la destitución del canciller Hernán Cubillos, tras el frustrado viaje de Pinochet a Filipinas, o la prolongación del general Manuel Contreras en su puesto como director de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
Durante los años como primera dama, los detractores de su marido la acusaban de ser una mujer frívola, ya que fue conocida por su gusto por los sombreros y trajes Chanel o Christian Dior y por poseer una numerosa colección de abrigos de piel.
Hiriart compraba calzado europeo, llegando a tener miles de pares, según fuentes no oficiales. También compraba joyas en las más finas joyerías chilenas de Casa Barros y Joyería Ibáñez. Tenía peluquero maquillador y fotógrafo personal.
En invierno vestía lana y pieles, y en verano lino o batista. Además, solía encargar vestidos de alta costura en las principales ciudades de moda en Europa, que eran enviados mediante valijas diplomáticas desde las distintas embajadas chilenas de los países de origen.
La extravagancia de Hiriart también se reflejaba en las decoraciones de sus casas y haciendas. Ella y su difunto marido poseían diversas casas, algunas de estilo francés, otras de un coste de un millón de dólares, además de pisos de mármol español e italiano con cristales importados desde Bélgica.
Asimismo, se construyó un cine, saunas, gimnasio, piscinas, túneles, refugio antiaéreo e incluso una clínica equipada. La construcción de la ostentosa casa se valoró aproximadamente en 20 millones de dólares y fue tal el escándalo que Pinochet decidió traspasar la residencia al Ejército.