SAN SALVADOR, 17 Dic. (Notimérica) -
La Justicia de El Salvador ha absuelto y ha puesto en libertad este lunes a la joven Imelda Cortez Palacios, acusada de intento de homicidio agravado en grado de tentativa por haber tenido un parto fuera de un centro hospitalario tras un embarazo producto de una violación sexual.
Cortez fue absuelta de todos los cargos, han señalado a la agencia 'Sputnik' fuentes de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, cuyas abogadas ejercieron la defensa de la joven.
"Hubo un cambio en la tipificación del delito y la fiscalía solicitó cambiarlo de homicidio agravado en grado de tentativa a abandono de persona indefensa, entonces también solicitó un año de prisión para Imelda, pero la defensa argumentó que como Imelda ya ha estado un año y siete meses con prisión preventiva debería ya haber cumplido ese año que pide la fiscalía", han indicado fuentes de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto.
CASO
El 17 de abril de 2017 la joven dio a luz a una niña producto de una violación a manos de su padrastro, Pablo Henríquez, de más de 70 años.
Cortez, sin embargo, asegura que no sabía que estaba embarazada, pues además de amenazarla para que no denunciara los abusos que empezaron cuando ella nada más tenía 12 años, su padrastro le había asegurado que ya "no podía pegar a los hijos".
Y fue así como una tarde abril, aquejada de fuertes dolores de vientre, la joven se dirigió a su casa de Jiquilisco, una zona rural del departamento de Usulutlán, donde se produjo el parto.
El bebé terminó entre los excrementos y la madre en el hospital, que acabó siendo detenida y acusada por la fiscalía de "homicidio agravado tentado".
El padrastro de Cortez, de 70 años, está recluido en la misma prisión en la que permaneció la joven hasta el 17 de diciembre y enfrenta un juicio paralelo por la violación, tras comprobarse mediante el ADN su paternidad de la recién nacida.
El caso de esta joven salvadoreña se convirtió en un emblema de la lucha de las salvadoreñas en contra de las estrictas leyes y políticas que rigen su vida sexual y reproductiva.
El Salvador es uno de los cinco países del mundo en los que rige una prohibición absoluta del aborto, junto a República Dominicana, Nicaragua, Malta y el Vaticano.