ASUNCIÓN, 20 Sep. (Notimérica) -
La figura del doctor Francia sigue causando revuelo en Paraguay, el país que le vio nacer y del cual fue dictador supremo durante cerca de 30 años. Su fuerte personalidad ayudó a forjar la nación paraguaya y por ese motivo, es considerado como ideólogo y principal dirigente de la independencia de Paraguay de las Provincias Unidas del Río de la Plata, del Imperio de Brasil y de la corona española.
Para los historiadores no existe consenso. Mientras que algunos achacan sus gestos a la época revolucionaria y a las circunstancias particulares que le tocaron vivir, otros consideran que sus actos no merecen ningún perdón.
Si se trataba de un héroe o de un monstruo sigue siendo un misterio para los libros de historia. En cualquier caso, lo que sí es seguro es que su personalidad presentaba ciertas peculiaridades y que sus conocimientos sobre política e historia eran extensos.
José Gaspar Rodríguez de Francia, conocido popularmente como el doctor Francia, nació en Asunción en el año 1766. Su padre, un colono, había llegado al país tan solo 16 años antes con el fin de encargarse de la creación de una fábrica de tabaco.
Sus intereses como estudiante se basaron, sobre todo, en la teología y en la estadística. No fue hasta 1808 cuando finalmente realizó su primera incursión en la política, donde ocupó varios cargos en el cabildo de la capital.
De este modo, el doctor Francia se convirtió en uno de los principales líderes del movimiento independentista en el país iberoamericano, motivo por el que se consideró como el ideólogo del proceso de emancipación. Rodríguez defendió en todo momento la soberanía del país.
PRIMERA JUNTA DE GOBIERNO
Paraguay logró su independencia en 1811 y el doctor Francia fue una de las principales figuras que salieron beneficiadas de este proceso. El 17 de junio de 1811, el paraguayo fue designado como vocal de la Primera Junta de Gobierno y realizó el discurso inaugural del primer gobierno independiente.
Aunque se retiró temporalmente del poder como protesta por los sectores contrarios a su ideología, pronto decidió volver y en el mes de agosto de ese mismo año se encontraba negociando un tratado con las autoridades bonaerenses con el fin de que estas reconocieran al nuevo Gobierno paraguayo.
En mayo de 1813, el doctor Francia fue elegido, junto a Fulgencio Yegros, para que se convirtieran en cónsules, cuyo cargo debían mantener durante un año, en procesos alternos de cuatro meses.
Aunque ambos ocupaban el mismo puesto, desde el principio la labor de cónsul recayó sobre el doctor, que cobraba un salario superior y contaba con un mayor reconocimiento. Sus primeras medidas estuvieron marcadas por una fuerte mano dura, entre las que figuró la instalación de nuevas guarniciones militares.
Otra de sus medidas fue la de disminuir la importancia social, económica y política de los "europeos españoles". Además, intentó la expulsión de centenares de personas de estos grupos, aunque finalmente no lo logró.
El doctor Francia prohibió las bodas entre los locales y los extranjeros, así como cualquier tipo de relación entre estos dos grupos, llegando, incluso, a prohibir que los españoles fueran padrinos en los nacimientos de niños paraguayos.
DICTADOR SUPREMO DE LA REPÚBLICA
En 1814, fue elegido como Dictador Supremo de la República durante un período de cuatro años, sin embargo, y antes de que cumpliera dicho plazo, en 1816, fue declarado en otro congreso como dictador perpetuo.
A pesar de que contaba con el poder absoluto en sus manos, durante los primeros años de su mandato las cosas transcurrieron con normalidad y con relativa tolerancia, así como transparencia, ya que el doctor estaba interesado por las ideas democráticas procedentes de filósofos como Jean-Jacques Rousseau, o el estadounidense Benjamin Franklin.
Sin embargo, las condiciones de inestabilidad que imperaron en el país no le permitieron continuar con esta ideología. De este modo, era más comprendido por las clases populares que por los sectores más privilegiados. Su gobierno se caracterizó por una relativa autosuficiencia a nivel económico.
A partir de 1820 comenzaron varios movimientos conspiradores con el fin de asesinarle, la mayor parte de ellos comandados por líderes porteños. Varios de los conspiradores fueron fusilados tan solo un año más tarde.
De este modo, el doctor Francia se mantuvo en el poder hasta el 20 de septiembre de 1840, fecha en la que murió, tras una enfermedad que se había iniciado a mediados de julio de ese mismo año.
Aunque nunca existirá un consenso al respecto, el caso es que el político logró mantener unos niveles de educación óptimos en el país, así como favorecer cierta modernización en algunos sectores como la agricultura o las industrias locales.
No obstante, es innegable que su legado también esta marcado por un férreo control y por los fusilamientos de aquellos que se levantaron en su contra. En cualquier caso, el doctor Francia seguirá siendo una incógnita para muchos, situado en la constante dicotomía entre héroe y monstruo.