MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
El legado del escritor alicantino Juan Gil-Albert (1904-1994) reposa desde este martes en La Caja de las Letras del Instituto Cervantes de Madrid, concretamente en la número 1601, donde se han depositado objetos personales y artísticos del intelectual: unas gafas, poemas manuscritos, un número de la revista 'Canelobre' dedicado a su figura, imágenes del ensayista y primeras ediciones de libros del autor alcoyano.
En el acto han intervenido el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y el presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez. También han asistido el diputado provincial de Cultura, Juan de Dios Navarro; la directora del Instituto Alicantino de Cultura (IAC) que lleva el nombre del autor, Cristina Martínez; la secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar, y la sobrina nieta del literato, Claudia Simón Aura.
El acto solemne ha coincidido con el 121 aniversario del nacimiento de Gil-Albert. Se trata del tercer alicantino en formar parte de esta acción, ya que en La Caja de las Letras también reposa el legado de Miguel Hernández y Vicente Molina Foix.
Así, desde este martes, la caja 1601 del Instituto Cervantes alberga unas gafas del poeta y ensayista y tres poemas manuscritos: 'Epitalamio a la hermana' (1935), 'Despedida de un año' (1936) y 'Mi nostalgia, homenaje a Játiva' (1964). Todos estos elementos han sido cedidos por su sobrina nieta.
Por su parte, la Diputación de Alicante ha entregado un ejemplar de la revista 'Canelobre' dedicado al escritor y alguna foto suya, mientras que García Montero ha confiado unas primeras ediciones del autor alcoyano que son de su propiedad.
Tras cerrar la caja, una de las copias de la llave se la ha quedado el Instituto Cervantes, mientras que las otras han sido para la Diputación alicantina y la familia del literato, que han recogido Toni Pérez y Claudia Simón Aura.
Durante su intervención, antes de depositar los objetos del escritor, García Montero ha mostrado su "alegría" y "emoción" por este acontecimiento. En este punto, ha resaltado que "la verdadera riqueza de una comunidad es su cultura" y que la forma de que haya un compromiso con su futuro es "saber recibir las mejores herencias" del pasado.
El director del Instituto Cervantes ha recordado que la escritora Carmen Martín Gaite, en los años 70, reflexionó sobre las aportaciones de Gil-Albert desde que regresó del exilio, "con su memoria discreta y con su creatividad en la tierra alicantina".
Asimismo, se ha referido al autor alcoyano como "escritor de referencia" que empezó a publicar desde muy joven, al tiempo que ha destacado obras como 'La fascinación de lo irreal', y ha apuntado: "Desde muy joven tuvo conciencia de la herencia de Gabriel Miró y por su amistad con Max Aub se relacionó con toda la actividad cultural, no ya de la generación del 27, sino de la vanguardia".
"RECORDAR EL PASADO"
García Montero ha resaltado que Gil-Albert "se comprometió frente al golpe de Estado" de 1936 y que "fue capaz de reflexionar en tono elegíaco" sobre estos acontecimientos en 'Son nombres ignorados' (1938).
También ha apuntado que el autor alcoyano formó parte "de todo el movimiento" que en València participó "desde el compromiso literario y cultural frente al golpe de estado".
El director del Instituto Cervantes ha rememorado que Gil-Albert se exilió en 1939, a bordo del Sinaia, hasta México, donde "representó la actividad cultural poética de memoria hispana en esos años difíciles" y con "grandes ejemplos de diálogo cultural" entre poetas mexicanos y españoles.
"En 1947 volvió a España y fue una figura llena de dignidad a la hora de superar las dificultades que suponía la vida bajo una dictadura", ha añadido García Montero, para resaltar que el escritor alicantino "fue cobrando peso desde la poesía", en obras como 'Fuentes de la constancia' (1972) o 'Crónica general' (1974), "ejemplo de comportamiento a la hora de recordar el pasado y comprometernos con el futuro".
"GENERACIONES FUTURAS"
De otro lado, Pérez ha agradecido al Instituto Cervantes las "facilidades" para que el IAC "vea colmada una aspiración que es, además, su obligación". También ha subrayado la importancia de depositar este legado "para dar testimonio de la obra, de la persona y del personaje, para que quede para las generaciones futuras".
El presidente de la Diputación ha citado una frase del autor, quien dijo que "no son los acontecimientos los que nos cambian, somos nosotros mismos", tras lo que ha subrayado que este evento, por su trascendencia, "sí que nos cambia un poco".
Y ha explicado que en 1983 el IAC agregó a su nombre el de Gil-Albert, algo que, ha manifestado, se hizo "para honrar a este gran autor, pero también para comprometerse a difundir su legado, divulgar su obra y tenerle siempre muy presente".
En este sentido, ha resaltado la "tarea ingente" que tiene por delante el IAC para que "siempre" esté presente la "dignidad" de autores alicantinos. De esta forma, ha dicho, "evitaremos cometer errores como sociedad, aprenderemos mucho y tendremos la capacidad de trasladar ese mensaje, especialmente en este momento, en todo el mundo".
Tras el acto de La Caja de las Letras, el salón de actos del Instituto Cervantes ha acogido una lectura de una parte breve de la obra 'Valentín', en la versión teatral de Juan Ramón Torregrosa, a cargo del actor Toni Misó, mientras se ha proyectado un vídeo con imágenes del escritor.
El proceso seguido para llevar a cabo esta iniciativa se inició en 2024, a través de conversaciones con el director del Instituto Cervantes. A finales de ese mismo año, se concretó el acuerdo y se agendó este acto, coincidiendo con la efeméride del 121 aniversario del nacimiento de Gil-Albert.