Alerta de los recortes en la ayuda humanitaria para los menores de zonas en crisis alimentarias
MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ONG Save the Children ha advertido de que cada minuto nacen 35 niños y niñas en el mundo que están condenados a vivir con hambre, en un contexto en el que la reducción de fondos internacionales afecta ya a unos 40 países en África, Asia, América Latina, Europa y Oriente Medio.
Según han detallado en un comunicado, estos recortes están amenazando programas de salud, nutrición y educación para millones de niños y niñas, obligando a Save the Children a cerrar cientos de centros de salud y nutrición que brindan atención vital a la infancia, en un momento en el que 131 millones de menores viven en zonas con crisis alimentarias agudas.
La ONG afirma que la inestabilidad económica, los conflictos y los impactos climáticos están impulsando una crisis global de hambre que está afectando el crecimiento de los menores, perjudicando su desarrollo y debilitando sus sistemas inmunológicos pues los niños que sufren desnutrición tienen 11 veces más probabilidades de morir a causa de enfermedades e infecciones infantiles comunes.
La directora de operaciones de Save the Children, Gabriella Waaijman, ha subrayado que "llevan más de 100 años salvando a la infancia" por lo que "cortar el apoyo en este momento es como intentar extinguir un incendio forestal con una manguera que se está quedando sin agua".
La ONG hace alusión al caso de Gaza, donde casi los 1,1 millones de niños se enfrentan a una inseguridad alimentaria crítica. Los recortes en la ayuda significan la reducción de tratamientos para menores con desnutrición y el cierre de 10 áreas maternales donde la ONG presta asistencia nutricional a mujeres embarazadas y recién nacidos.
Niñas como Sahar (nombre ficticio), de 11 meses, nacida en medio de la guerra en Gaza, están en riesgo extremo de inanición por el aumento de los precios de los alimentos y la ya grave falta de acceso a la ayuda humanitaria. Su madre, Zainab, de 24 años, cuenta que "la guerra lo destruyó todo". "Terminé mendigando en las calles solo para conseguir ropa para ella. No sé cómo sobreviví. No había comida", lamenta. Zainab dice que su hija estaba desnutrida y que no podía comprar leche hasta que encontró a Save the Children. "Ellos me ayudaron", asegura.
En Somalia, las familias se enfrentan también a una situación preocupante debido a que han estado en la primera línea de la crisis climática durante décadas, lo que ha provocado una situación de hambre extrema.
El próximo mes, la ONG calcula que 4,4 millones de personas --aproximadamente una de cada cinco en el país -- no sabrán de dónde vendrá su próxima comida debido a que Save The Children se verá obligada a cerrar unos 121 centros de salud y nutrición en Somalia, cortando el apoyo para más de 250.000 personas.
LA SITUACIÓN EN AFGANISTÁN SE AGRAVA
Al norte de Afganistán, la ONG indica que los trabajadores de las clínicas de salud luchan contra los recortes en la ayuda humanitaria, que podrían llevar a su cierre en los próximos 30 días.
Durante tres años y medio, el doctor Hanif y su equipo -en una clínica respaldada por Save the Children en el norte de Afganistán- ha sido el único centro médico de la comunidad que han brindado atención a 2.500 pacientes cada mes.
Actualmente, la clínica sigue funcionando únicamente con fondos de emergencia de Save the Children pero, en cuestión de semanas, el centro podría cerrar, dejando a cientos de menores desnutridos sin acceso a la atención que desesperadamente necesitan.
"La clínica es la única opción para esta comunidad. No hay ningún médico o enfermero más aquí", ha declarado Hanif. Además, ha explicado que "la comunidad está profundamente desalentada". Actualmente, tienen 135 menores desnutridos en tratamiento.
En Afganistán, la pérdida de financiación ya ha llevado al cierre de 18 centros de salud respaldados por Save the Children y las ONG socias locales. Sólo 14 clínicas de Save the Children tienen fondos suficientes para seguir abiertas un mes más pero, sin apoyo financiero, se verán obligadas a cerrar.
Por todo ello, Save the Children ha pedido a los líderes mundiales y, en general, a la comunidad internacional que se invierta financieramente en los menores y en su futuro. Igualmente, la ONG explica que no se trata solo de financiación, porque "cualquier proceso de reajuste o reforma en el sector debe defender los valores fundamentales que sustentan la ayuda humanitaria".
"A largo plazo, sabemos que el sector de la ayuda humanitaria cambiará para siempre por estas decisiones drásticas de recortarla, pero es necesario que, además de abordar las necesidades inmediatas, trabajemos juntos para reformar el sistema y garantizar una respuesta efectiva para la infancia. Invertir en los niños y niñas hoy crea un mundo más seguro, brillante y estable para todos", concluye Save the Children.