Actualizado 07/11/2017 08:24

Jesús García, el 'Héroe de Nacozari', el mexicano que demostró que no todos los héroes llevan capa

Jesús García
Jesús García - NOTIMÉRICA

   CIUDAD DE MÉXICO, 7 Nov. (Notimérica) -

   Jesús García Corona no pensó que se convertiría en héroe aquel 7 de noviembre de 1907 cuando sustituyó a un compañero de labores y se puso al frente de los controles de una locomotora. A diferencia de las historietas de Superman, cuyo personaje usa capa y es más rápido que una bala y más poderoso que una locomotora, Jesús, un joven de apenas 25 años, utilizó un tren para salvar a todo un pueblo.

   Este año se conmemora el 110º aniversario de su fallecimiento. Jesús es conocido desde entonces como 'el Héroe de Nacozari' por el acto de valentía que protagonizó al evitar que un cargamento de dinamita explotara en el poblado.

LA HISTORIA

    Jesús García era ingeniero de máquinas cuando recibió la tarea de llevar la locomotora Nº2 a la estación minera de 'El Porvenir', en la ciudad de Nacozari, del estado de Sonora (México). Labor que se encomendó originalmente a Albert Biel, un alemán de edad madura pero que se encontraba hospitalizado esos días.

   García tenía que llevar un cargamento de cuatro toneladas de dinamita (utilizadas en la ampliación de la mina) al almacén de explosivos. Era un recorrido de apenas cuatro kilómetros. Para asegurar la quema del carbón, la locomotora debía contar con un contenedor donde las chispas eran sofocadas con mallas; sin embargo, en esos días no funcionaba bien.

La carga la colocaron erróneamente en los dos primeros vagones, detrás de la caldera y no al final del tren, donde debía haber sido puesta. Jesús dio reversa al vehículo y lo colocó fuera de la mina; el viento del norte empezó a jugar con los remolinos del humo y del vapor. Librada del freno, la locomotora trabajó en contra del viento; las chispas vivas, emanadas del contenedor, volaron sobre el motor y la cabina, llegando hasta los dos primeros furgones, cargados con cajas de dinamita.

   Fue un obrero anónimo, quien fuertemente le gritó a Jesús: ¡Oye, mira ahí, humo!. Francisco Rendón, frenero encargado de dirigir los rieles, le gritaba desesperado que tratara de extinguir el fuego. ¡Frena el tren!, le gritaba Francisco con la idea de apagar el fuego, pero a esa altura del trayecto no había agua. Incrementado por el viento que el movimiento de la máquina producía, el fuego se expandió.

   En ese momento, viendo el riesgo eminente que corría el pueblo, Jesús ordenó a los ocupantes del tren que saltarán y lo dejaran solo en la locomotora. Alejándose un poco del pueblo y entregando su propia vida, lo salvó de una explosión y una catástrofe enorme. El estruendo fue tan fuerte que sacudió a Nacozari y la onda de expansión quebró vidrios y sacudió las habitaciones. En total murieron 13 personas pero la tragedia pudo haber sido mucho peor.

   En su honor se erigieron una serie de monumentos: uno en Nacozari, otro en la ciudad de Hermosillo, en el lugar exacto donde se ubicaba la casa donde nació. La población a la que salvó se llama ahora 'Nacozari de García'. Fue declarado Héroe de la Humanidad por la American Royal Cross of Honor de Washington. Además en todo el territorio mexicano hay calles y edificaciones que llevan su nombre.