LA HABANA, 30 Dic. (Reuters/Notimérica) -
Margarita Márquez ha recibido un regalo de Navidad muy especial. Esta profesora universitaria jubilada de 67 años ya puede navegar por internet desde su casa, un hecho que podría pasar desapercibido si no fuera porque Margarita reside en el centro de La Habana.
Cuba tiene una de las tasas más bajas de penetración de internet del mundo. Hace dos semanas, el Gobierno de la isla le anunció a Margarita que se encontraba dentro del grupo de privilegiados escogidos para participar en un proyecto piloto que llevará la red a los hogares de 2.000 habitantes en el centro histórico de la capital.
La mayoría de los 11,2 millones de habitantes de la isla sólo puede conectarse a internet en puntos de acceso inalámbricos, siempre que puedan pagar la tarifa de 1,5 dólares la hora, lo que supone cerca del cinco por ciento del salario medio.
Se estima que únicamente el cinco por ciento de los cubanos disfrutan de internet en su casa, lo que requiere la autorización previa del Gobierno. El permiso se otorga generalmente a académicos, doctores e intelectuales.
"Para mí es como un sueño realizado", dijo Márquez, quien vive con su hermana en un apartamento en el segundo piso de un edificio de la época colonial. "Comunicarse con los amigos y la familia, eso es importante", agregó.
Su hermana de 80 años, Leonor Franco, dijo que la noticia de que habían sido escogidas fue una sorpresa y que estaba emocionada por poder navegar en internet por primera vez.
"Nunca había tenido experiencia en Internet", afirmó, sentada frente a una ordenador portátil que tiene desde hace dos años, mientras buscaba videos de sus cantantes favoritos en YouTube.
Pero no todo son buenas noticias para estas hermanas. Leonor explicó que desde marzo tendrán que pagar, por lo que no saben si podrán continuar con el servicio. Si bien el coste del internet ha disminuido en los últimos años, su precio es aún demasiado elevado para la mayoría de los cubanos.
Según el Gobierno, el desarrollo de la infraestructura en la red ha sido lento debido a sus altos costos, en parte por el embargo comercial de Estados Unidos. Por contra, sus críticos sostienen que la razón real es el temor a perder el control.
Antes de que el año pasado se abrieran las señales WiFi, el acceso a internet de banda ancha estaba limitado principalmente a ordenadores de mesa en recintos estatales y en hoteles de alta categoría.
No obstante, el Gobierno ha asegurado que desea garantizar este servicio a todos sus ciudadanos, por lo que ha instalado 237 puntos inalámbricos hasta el momento. En septiembre, anunció que instalaría señales WiFi en el Malecón, la característica avenida de La Habana junto al mar.
"Ahora uno viene por las noches, se sienta en el Malecón y te puedes conectar", dijo Eliécer Samada, sentado en el muro de piedra junto a la avenida, revisando las redes sociales en su teléfono. "Estamos felices con eso", agregó.
El pasado mes de octubre, Cuba anunció que ampliaría el acceso a Internet para los hogares tras décadas de prohibición. La isla caribeña tiene una de las tasas más bajas de conectividad a red del mundo, prácticamente sin servicio de banda ancha en las casas, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones, un organismo de las Naciones Unidas (ONU).