Publicado 19/01/2025 11:32

Un informe advierte de que no se respeta la privacidad de los mayores y pide un marco jurídico que les proteja

Dos personas caminan, a 26 de diciembre de 2024, en Madrid (España). La revalorización supondrá un aumento de 600 euros anuales para las pensiones contributivas, y de 500 euros anuales para las pensiones medias. La subida de las pensiones contributivas y
Dos personas caminan, a 26 de diciembre de 2024, en Madrid (España). La revalorización supondrá un aumento de 600 euros anuales para las pensiones contributivas, y de 500 euros anuales para las pensiones medias. La subida de las pensiones contributivas y - Eduardo Parra - Europa Press

    MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

   La privacidad de las personas mayores no se respeta, según un informe de la Fundación HelpAge International España, que pone de relieve diversas situaciones de vulneración del derecho a la privacidad en ámbitos como los cuidados sociosanitarios, las residencias, el uso de tecnologías y los entornos familiares, y plantea propuestas dirigidas a proteger los derechos de las personas mayores.

   "La privacidad de las personas mayores no se respeta porque se ha interiorizado socialmente que la dignidad de los ancianos tiene las costuras más anchas que las del resto de las personas. También por las mismas personas de edad avanzada", señalan los autores del informe, titulado 'Los derechos personalísimos y la privacidad de las personas mayores' y presentado esta semana.

   En este sentido, llaman a transformar este contexto a través de un "trabajo colectivo" de los poderes públicos, las empresas y los medios de comunicación ya que, según advierten, la privacidad está "por encima de la institucionalización, del negocio y del morbo". También piden la colaboración de las universidades, centros de investigación, organizaciones sociales y de toda la ciudadanía.

    En concreto, proponen abordar la ubicación de las personas mayores en el marco social desde un enfoque basado en derechos, preguntándose en todo momento en qué condiciones quedan su autonomía, su dignidad y sus derechos personalísimos.

   "Significa la necesidad de un acercamiento ético y una respuesta jurídica específicas y adecuadas; y significa un acercamiento metodológico singular", añaden.

    En este punto, señalan que resulta fundamental la idea de autonomía como capacidad de procurar el libre desarrollo y autodeterminar la vida personal, tanto en su aspecto negativo (un espacio libre de terceros no deseados) como positivo (derecho a establecer con el mundo exterior una vida social privada).

    Además, en cuanto al marco jurídico adecuado, indican que hace falta una normativa "que proteja y promueva específicamente los derechos de la privacidad de las personas mayores".

   "Como sucede en otros ámbitos, la idea de que el Derecho es 'neutral' con respecto a la edad (las personas mayores tienen formalmente los mismos derechos que el resto) escondería la inefectividad --por la vía de los hechos y de algunas normas-- del derecho a la privacidad y justificaría la ausencia de implementación de las garantías adecuadas para remover los obstáculos que la provocan", avisan.

    En este sentido, apuntan que la aprobación en el marco de Naciones Unidas de una Convención sobre los derechos de las personas mayores sería "de gran utilidad" para impulsar cambios normativos y políticas púbicas en ese sentido.

INTROMISIONES MÁS FRECUENTES EN EL ÁMBITO DEL CUIDADO

   Asimismo, precisan que el mundo del cuidado es el que debe de enfocar "de modo más riguroso" su preocupación por la protección de la privacidad de las personas mayores, precisamente porque "es en su contexto en que las intromisiones resultan más frecuentes e intensas".

    En este punto, remarcan la necesidad de una ética del cuidado, especialmente entre los profesionales dedicados a él, "que entienda la importancia de la confidencialidad, la discreción y la confianza, y que en ningún caso minusvalore la importancia de la intimidad y su directa relación con la dignidad humana".

    Igualmente, apuntan que esa ética debe extenderse a todos los ámbitos sensibles a la privacidad en los que las personas mayores se ven envueltas, y debe incluir siempre "una perspectiva de género y una perspectiva de la diversidad (orientación e identidad sexual, religión, condiciones económicas, discapacidad)".

   Al mismo tiempo, destacan la importancia de obtener información, datos, conocimiento sobre cuál es la situación de los diferentes derechos (el honor, la intimidad personal y familiar, la propia imagen, el secreto de las comunicaciones, la protección de datos de carácter personal) que configuran la privacidad de las personas mayores, en los diferentes ámbitos en que su sensibilidad está más acentuada.

    También ponen de relieve que siempre se ha de tener "muy presente" la necesidad de que las mismas personas mayores participen en la elaboración de esa información.

    "El propósito de todo ello es variado y complementario: la educación general sobre la cuestión que debilite el edadismo, la capacitación para las personas mayores sobre sus derechoS más personales y sobre cómo protegerlos, y la puesta a disposición de los poderes públicos de herramientas con las que implementar normas y políticas que garanticen con eficacia la privacidad de las personas mayores", remarcan los autores del informe.

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