WASHINGTON, 31 Oct. (Notimérica) -
Un año más, la familia Obama ha abierto las puertas de la Casa Blanca para celebrar la tradicional fiesta de Halloween, donde cientos de niños de todas las edades han acudido al evento para recoger dulces.
El jardín de la Casa Blanca se convirtió en un jardín encantado, y allí, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa Michelle Obama, repartieron galletas, dulces o barritas de fruta, entre otras cosas.
Los niños, que acudieron con todo tipo de disfraces terroríficos, quedaron eclipsados ante el disfraz que el Presidente declaró como "máximo premio". Se trata de un bebé que asistió vestido de pontífice montado en un carrito que simulaba ser un papamóvil empujado por su padre.
Los invitados eran miembros de escuelas locales e hijos de familias del ejército, según señaló la Casa Blanca.
Halloween es una de las fiestas más importantes y se celebra por todo lo alto en todos los rincones de Estados Unidos con las decoraciones más terroríficas, desfiles, fiestas y dulces muchos dulces.