MANAGUA, 9 Ago. (Notimérica) -
Son más de 40 millones de personas. Entre todas sus comunidades, suman un total de 560 lenguas distintas. Fueron los primeros en asentarse en el continente latinoamericano. A pesar de todo ello, los indígenas continúan relegados del resto de la sociedad.
Precariedad, desigualdad, marginalidad y exclusión socioeconómica... Muchos y diversos son los problemas que enfrenta más de 40 millones de personas en Iberoamérica por el hecho de ser indígenas; problemas que, además, alcanzan al ámbito educativo, el instrumento más poderoso en la lucha contra la exclusión y la discriminación.
Mejorar el nivel educativo de la población indígena es uno de los principales retos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, organismo que celebra este martes el Día Internacional de los Pueblos Indígenas bajo el tema "Derecho de los pueblos indígenas a la educación".
Y es que, aunque se han establecido nuevos marcos jurídicos nacionales internacionales y se han realizado diversas reformas normativas con el fin de integrar a estas comunidades en el mundo educativo, lo cierto es que sigue habiendo importantes brechas entre los avances teóricos y su efectiva implementación.
De este modo, a pesar de lo dispuesto en estos instrumentos, la mayoría de los pueblos indígenas no pueden ejercer plenamente el derecho a la educación y existen graves disparidades en materia de educación entre los pueblos indígenas y la población en general.
Así lo constata el estudio 'Latinoamérica Indígena en el siglo XXI', elaborado por el Banco Mundial que fue presentado el pasado mes de febrero y según el cual, en líneas generales, la asistencia escolar de niños y niñas indígenas ha mejorado.
ASISTENCIA ESCOLAR
Por ejemplo, en Brasil el porcentaje de asistencia a la escuela entre niños y niñas ha aumentado del 73 al 83 por ciento; en Ecuador, del 86 al 96; en Panamá, del 78 al 92 y en Perú, del 85 al 93 por ciento.
Mientras, en Colombia actualmente acuden a la escuela el 74 por ciento de los indígenas; en Costa Rica, el 75; en El Salvador, el 81; en México, en 96; en Nicaragua el 83 y en Venezuela el 78 por ciento.
Si observamos la diferencia entre los indígenas que acuden a la escuela y los no indígenas, percibimos que también continúa existiendo una amplia brecha, sobre todo en países con poblaciones indígenas más pequeñas, diversas y diseminadas como Brasil, Costa Rica, Colombia y Venezuela.
En países como México, Perú y Ecuador, sin embargo, el porcentaje de niños indígenas que asisten a la escuela es relativamente similar al de niños no indígenas, en particular en el nivel de enseñanza primaria.
Pero muchas regiones del mundo carecen de datos desglosados que podrían revelar la situación exacta de discriminación y marginación de los pueblos indígenas.
Es el caso de, por ejemplo, los pueblos de el Shipibo-Conibo yel Ashaninka, ocultos 'a la sombra' de comunidades más grandes comolos pueblos Quechua y Aimara.
En Perú --con asistencia escolar indígena del 93 por ciento--, un examen más detallado de las escuelas indígenas rurales, realizado en 2013 por la Defensoría del Pueblo sobre la base de una muestra de 75 escuelas permitió establecer que alrededor del 46 por ciento de los niños y adolescentes indígenas no estaba matriculado en ninguna institución educativa.
Asimismo, según un censo especializado de las comunidades de la Amazonia, que se realizó en forma simultánea al censo nacional en Perú (2007), el 19 por ciento de los indígenas amazónicos no sabía leer y escribir y tan solo el 51 por ciento de la población menor de 24 años recibía educación formal.
RESIDENCIA Y GÉNERO
También hay una amplia diferencia de asistencia entre los entornos rurales y urbanos, donde las brechas más grandes también se registran en países con poblaciones indígenas más diversas y diseminada: Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua y Venezuela.
En cuanto al género, los niveles de analfabetismo y las tasas de deserción escolar de las mujeres indígenas y rurales son más elevados. Sin embargo, la combinación de género y condición de indígena está vinculada a tasas de culminación escolar mucho más bajas, independientemente de la edad y la zona geográfica.
Reflejo de ello es Bolivia, donde la tasa de culminación de la escuela primaria de las mujeres indígenas de zonas rurales es la mitad de la tasa correspondiente a los hombres no indígenas, mientras que en la secundaria la disparidad es aun más amplia: 23 por ciento frente al 10.
EL LENGUAJE
Curiosamente, el nivel educativo guarda una relación inversa con la retención del idioma indígena.
A pesar implementación de leyes y que protegen los idiomas y las culturas indígenas y del reconocimiento general de la importancia de incluir estrategias de educación intercultural bilingüe (EIB) en las escuelas, menos del 31,9 por ciento de los indígenas que habitan en los países incluidos en este análisis seguía hablando un idioma indígena al culminar su educación primaria, y solo el 5,3 por ciento lo hacía cuando al terminar la educación secundaria.
En cuanto a los estudios universitarios, menos del dos por ciento de los indígenas que terminan la carrera continua hablando su idioma nativo.
Todo ella refleja que los programas bilingües que se han adoptado durante decenas de años, sobre todo lo que hace es ayudar a los indígenas a la asimilación cultural y lingüística.
Así, el bilingüismo se ha propuesto como una alternativa a la educación monolingüe en español o portugués por lo menos desde los años sesenta, y se considera ampliamente como una política diferenciada importante para incluir a los pueblos indígenas sin poner en peligro sus idiomas, sus culturas y su autonomía social.
Pero el éxito de esta reforma depende de la región que se estudie. En el caso de Argentina, donde la EIB se incluyó en la Ley de Educación de 2006, más del 90 por ciento de los niños indígenas que asisten a la escuela no reciben educación en sus idiomas.
En Perú, donde la EIB está protegida por la Constitución desde 1993 y se han implementado diversos aspectos desde 1961, solo el 38% de los niños indígenas con acceso a la enseñanza primaria asisten a escuelas en las que se imparte EIB, y solo alrededor de la mitad de los docentes de esas escuelas hablan el idioma en el que supuestamente deben enseñar.
En Bolivia, cuya Constitución de 2009 incluye disposiciones en materia de EIB y donde se han llevado a cabo varias iniciativas piloto desde 1977, solo el 22 por ciento de la población que necesitaba este tipo de educación la recibió en 2005.
Sin embargo, se han realizado más avances en materia de educación tras la reciente adopción de un nuevo plan de estudio basado en los conocimientos indígenas, implementado en 2013-14, que tiene por objeto establecer una relación más equitativa entre los conocimientos occidentales y los indígenas.
Por su parte, en Brasil, más del 90 por ciento de los docentes de escuelas en las que se imparte EIB son indígenas, pero solo el 65% de ellos recibió educación de nivel secundario y solo el 13 por ciento tiene un título de nivel terciario.
Mientras, México es el país que ha logrado ampliar la enseñanza primaria a la mayor proporción de alumnos indígenas, aunque la calidad de la educación constituye un problema, como en la mayoría de países iberoamericanos.