MADRID, 5 Jun. (Notimérica) -
Desde 1973, las Naciones Unidas celebran cada 5 de junio el Día Mundial del Medio Ambiente, una fiesta internacional que pretende concienciar a la población sobre el cambio climático y la importancia de conservar nuestro entorno, uno de los bienes más preciados que tenemos.
Además de la educación en relación a esta cuestión, la jornada recuerda también la importancia de intensificar la acción política por parte de los diferentes gobiernos. Los objetivos principales son motivar a las personas para que se conviertan en agentes activos del desarrollo sostenible y promover el papel de las comunidades para lograr un cambio de actitud.
El evento va acompañado también de numerosas acciones, como las concentraciones en las calles, los conciertos ecológicos, la plantación de árboles, o las campañas de reciclaje y de limpieza, entre otros.
En muchos países, la jornada se utiliza también para firmar o ratificar convenios internacionales de carácter medioambiental, por su importante simbolismo y relevancia internacional. La festividad nació unida al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que coordina las actividades relacionadas a esta cuestión.
UNA ASIGNATURA PENDIENTE
Aunque Iberoamérica es una de las regiones más preocupadas por el medio ambiente, una cuestión que cristalizó en la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP21) el pasado diciembre, este tema todavía supone una de sus asignaturas pendientes.
Un encuesta reciente del centro de investigación Pew Research Center (PRC) ha señalado a los iberoamericanos como los más preocupados por esta cuestión, seguidos de los africanos, que lo definen como "un problema muy grave".
La sequía y la escasez de agua conforman la principal preocupación para los iberoamericanos, con un 59 por ciento de los encuestados. Además estos problemas estarían ya causando estragos en la región, con el azote de El Niño como telón de fondo.
Iberoamérica es una de las zonas del planeta más vulnerables al medio ambiente, con un nivel de emisiones que alcanza 6,5, una cifra alentadora frente a otras naciones, como Estados Unidos, pero que todavía genera preocupación entre los líderes iberoamericanos.
Brasil y México, que lideran en número de acuerdos y que tuvieron un papel importante en la COP21, son los dos países de la región que producen más de la mitad de las emisiones de CO2 de todo Iberoamérica.