CIUDAD DE MÉXICO, 11 Mar. (Notimérica) -
Puede que Ciudad de México, tal y como la conocemos, desaparezca en no mucho tiempo debido a la baja capacidad de resistencia del suelo, la sobreexplotación de los acuíferos y la escasa importancia que se le ha dado al problema de su hundimiento. Si no se actúa con suficiente rapidez no podremos salvar la ciudad ni su patrimonio histórico. Este proceso lleva gestándose durante años y es ahora cuando el Gobierno mexicano toma medidas para impedirlo.
Cada año, Ciudad de México se hunde 10 centímetros, que pueden parecer imperceptibles a simple vista, pero que en los últimos diez años ha provocado que el hundimiento sume un metro durante el siglo pasado 10 metros. Pero por qué se esta hundiendo la ciudad, qué lo esta causando, cuál es el origen.
En 1325 los aztecas decidieron asentarse sobre el lago de Texcoco y fundar la capital del imperio, Tenochtitlán. Esta decisión tiene graves secuelas hoy en día para la metrópoli mexicana. Después, los conquistadores que llegaron a la ciudad construyeron sobre lo anterior, de forma que Ciudad de México cuenta actualmente con tres capas de restos de civilizaciones: la prehispánica, la colonial y por último, la moderna. Superficie en la que actualmente se encuentran viviendo más de 20 millones de personas.
Incluso a principios del siglo XX, cuando la población era mucho menor, las reservas fluviales ya se estaban agotando y las autoridades empezar a excavar pozos sin ningún tipo de control. El 70 por ciento del agua de consumo humano en la ciudad proviene del agua subterránea y ha habido una extracción excesiva durante muchos años. Esto causa el abatimiento y el hundimiento vertical de la superficie.
Además de la brutal extracción del agua, no recargar los mantos acuíferos contribuye a que el proceso de hundimiento no se detenga. Además, las construcciones anteriores ejercen presión sobre las nuevas por lo que las paredes de los edificios más antiguos han empezado a agrietarse.
Es el caso del Palacio Nacional de Bellas Artes, antes estaba al nivel de las calles que lo rodean y ahora mismo esta varios metros debajo. La Catedral se ha hundido 12 metros a pesar de los trabajos para lograr su nivelación. Otro ejemplo es la Basílica de la Virgen de Guadalupe, tan inestable que se ha llegado a construir una nueva para acoger a los peregrinos bajo un techo seguro.
POSIBLES SOLUCIONES
Para tratar este problema existen distintas posibles soluciones. La primera es inyectar las capas intermedias de subsuelo donde el material de arcilla ya está solidificado. Lo que permite dar mayor soporte al terreno para poder, al menos, frenar el avance del hundimiento. Otra opción es dejar de extraer agua de los pozos de la ciudad. Sin embargo la gran demanda de líquido en la ciudad y su escasez no permite considerar esta opción.
Otra alternativa es la colocación de rejillas recicladas. Este entramado se llena con grava, que sirve como filtro, para no desperdiciar la lluvia como hasta ahora se hace. Se utiliza para permitir la recarga de los mantos acuíferos y para marcar las zonas reservadas de riesgo. Los estudios técnicos reconocen que al menos soporta hasta 60.000 kilos por metro cuadrado.
A pesar de todas estas medidas que se están adoptando, la solución definitiva no parece estar cerca ya que el problema persiste poniendo en jaque los monumentos históricos, las viviendas, el drenaje profundo y la red del sistema de transporte colectivo Metro, entre otros.