CIUDAD DE MÉXICO, 8 Ene. (Notimérica) -
No, no se trata del tequila fraudulento. Estamos hablando del combustible, ya sea gasolina o diesel adulterado o robado; una técnica que asola México y por la que su presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha ordenado el despliegue de 4.000 efectivos del Ejército y la Marina hacia las refinerías de Petróleos Mexicanos (Pemex).
En los últimos años en México el hurto de combustible se ha convertido en una actividad delictiva conocida como 'huachicoleo' que no parece tener una solución fácil a corto y medio plazo. Se trata de una acción muy lucrativa que ya se ha convertido en un verdadero problema para sectores como el del transporte, empresas o las propias autoridades.
Se constituye además como el movimiento delictivo más beneficioso económicamente solo por detrás del narcotráfico. El 'huachicoleo' consiste en la sustracción del combustible de manera ilegal y rudimentaria utilizando para ello tomas improvisadas en algunos de los oleoductos que recorren el país transportando esta valiosa mercancía.
"ORDEÑAS ILEGALES"
Estas tomas -preparadas por los delincuentes para lo que se conoce en México como "ordeñas ilegales"- son, además de un acto totalmente ilegal, un peligro manifiesto ya que se han documentado numerosos incendios y accidentes relacionados con esta actividad, además de la amenaza que suponen para el medio ambiente.
Este tipo de robo, llevado a cabo por los conocidos como 'huachicoleros', supone un verdadero quebradero de cabeza para Pemex y el Gobierno, y es que Andrés Manuel López Obrador ha llegado a culpar a sus antecesores en el Ejecutivo, desde Fox hasta Peña. A las pérdidas provocadas por la sustracción ilegal de sus productos, las empresas de hidrocarburos tienen que sumar los difíciles y costosos trabajos de reparación de la infraestructura, que cada año ascienden a millones de dólares.
55,8% MENOS DE HURTOS
El pasado 27 de diciembre, el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, afirmó que hubo una reducción de combustible en ese mismo mes al pasar de 43.000 barriles diarios robados a 19.000, un cambio derivado de la llegada de la nueva administración, por la cual el hurto de combustible se ha rebajado un 55,8%.
Ahora, las medidas de AMLO han cerrado las válvulas de Pemex, hecho que ha ocasionado el desabasto de combustible en al menos 6 estados del país. "Hay una disminución considerable del robo de combustible. Hubo cambios en el sistema de monitoreo de ductos, se cerraron válvulas que se abrían y que llevaban a que se ordeñaran los conductos y se robaran los combustibles, gasolinas y diésel. Esto está controlado. No deja de haber todavía robo, pero disminuyó mucho", ha explicado el presidente de México.